En muchos contextos corporativos, lo que se ve bien sobre el papel no siempre se traduce en crecimiento empresarial. Echa un vistazo rápido a los últimos titulares y encontrarás fusiones y adquisiciones inestables, fracasos corporativos y organizaciones que no cumplen sus metas porque subestimaron el motor principal del rendimiento comercial: su gente.
A decir verdad, gran parte del trabajo en las empresas globales se realiza al margen de los organigramas, a partir de nexos informales que traspasan funciones, divisiones y regiones. Estas redes informales, tan sumamente adaptables, se consolidan con el tiempo y pueden favorecer (o socavar) iniciativas de cambio y estrategias corporativas.
Para los líderes globales, aprovechar estas redes sociales y focos de influencia es fundamental si pretenden llevar a cabo con éxito las estrategias corporativas, pero es más fácil decirlo que hacerlo. Según el célebre artículo de HBR “Informal Networks: The Company Behind the Chart”, los directivos suelen sobrestimar su grado de comprensión del funcionamiento interno de estas redes:
“A menudo los directivos se enorgullecen de saber cómo funcionan estas redes. Lo sorprendente es la frecuencia con la que se equivocan. Aunque puedan representar con precisión en forma de diagrama los vínculos sociales de las cinco o seis personas más cercanas a ellos, normalmente sus suposiciones sobre los empleados fuera de su círculo inmediato resultan erróneas”.
Mediante el análisis de las estructuras informales de su empresa y el mapeo del terreno político, los altos ejecutivos pueden entender mejor estos sistemas sociales de suma importancia y capitalizarlos para abordar problemas organizativos e impulsar los resultados corporativos.
6 claves de redes de contactos exitosas para ejecutivos
Las redes son fundamentales a nivel organizativo para impulsar las iniciativas corporativas, pero también son esenciales para los empleados. “La creación de redes es uno de los principales indicadores del éxito del liderazgo y, a medida que los directivos progresan en su vida profesional, su importancia crece con el tiempo”, afirma el Prof. Fabrizio Ferraro del departamento de Dirección Estratégica del IESE. “Para aprovechar los beneficios, tenemos que pensar más allá de las personas más cercanas a nosotros y construir una red estratégica de conexiones que impulsen y aceleren nuestros objetivos”.
Con este fin, el Prof. Ferraro destaca seis directrices para crear redes con éxito:
1. Acepta la creación de redes como parte del trabajo
Tu prestigio y la fortaleza de tu red son tan importantes como tu rendimiento personal. Las personas que te conocen y confían en ti son vitales en tu progreso profesional y los juegos de poder son una realidad corporativa, así que adopta medidas para construir tu red de forma activa.
2. Empieza pronto
Al igual que con las amistades, la creación de una red sólida no ocurre de la noche a la mañana. Dedica tiempo a desarrollar tu red antes de que la necesites, ya que es una inversión que reporta intereses compuestos con el tiempo.
3. La importancia de las concesiones mutuas
Las concesiones mutuas son componentes básicos de las relaciones sociales, así que empieza ayudando a los demás en lugar de pedir ayuda. Al mismo tiempo, debes estar alerta ante las relaciones desiguales con personas que solo toman y no dan y, si lo consideras necesario, eliminarlas de tu vida.
4. La diversidad es lo fundamental
Es normal que gravitemos hacia personas que son como nosotros, pero esta tendencia puede fomentar una visión limitada y socavar el valor de nuestra red. Los ejecutivos de alto nivel tienen redes de relaciones diversas pero muy selectas de diferentes ámbitos y en toda la jerarquía corporativa.
5. Enriquece tu red
Nuestras redes incluyen relaciones personales, operativas y estratégicas, pero estos ámbitos pueden superponerse fácilmente. ¡A lo mejor resulta que tu tío Mario es un excelente orientador laboral! Haz inventario de tu red y aprovecha los contactos de todas las áreas.
6. Disfruta de ese momento de socialización
La creación de redes debe ir más allá de los objetivos puramente prácticos. Tus esfuerzos serán insuficientes si tu objetivo es “crear una red” a través de un intercambio rápido de tarjetas de visita o llegar a esa cifra mágica de “más de 500 contactos” en LinkedIn. Cuando hablamos de crear una red, es fundamental disfrutar de la compañía de las personas y divertirse en el camino.
Los directivos deben cuidar mucho de sus redes profesionales y esta es una aptitud muy desarrollada en todos los programas de formación de directivos del IESE.
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