Marc Coma. CEO en KTM AG y ganador del Dakar

Ejecutivos sénior General

Marc Coma, director general de KTM AG en España, ganó cinco veces el Rally Dakar a lomos de su moto antes de dar el salto a la dirección de empresas.

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Casi nadie lo esperaba. Por eso, cuando dijo que dejaba la alta competición, cayó como una bomba. Había alcanzado el estatus de leyenda internacional como piloto, estaba en la cumbre de su carrera y su público y sus patrocinadores no querían ni plantearse un futuro sin él.

Era 2015 y, en los dos años anteriores a su sorprendente anuncio, Marc Coma había ganado dos veces consecutivas los rallies de Dakar y Catar y se había coronado también en el Rally de Marruecos y en el campeonato mundial de Rally Cross-Country. Era un piloto feroz, astuto e intratable. ¿Cómo se iba a retirar alguien así en su mejor momento?

Aquella pregunta, que muchos se formularon entonces, tenía trampa. Coma no estaba pensando en jubilarse. Ni mucho menos. Lo que necesitaba era un cambio en su vida y en su profesión, asumir nuevos retos y competir de otra manera. Un piloto de leyenda aspiraba a convertirse en un directivo extraordinario.

“Lo más difícil es gestionar el momento de parar. Es el paso más complicado que tiene que dar un deportista… Vivir bien una retirada es una victoria”, reconocía el piloto meses después a la agencia EFE.

Pero tras una trayectoria llena de éxitos, en 2015 Coma ya había cumplido casi cuarenta años… Si quería llegar a ser directivo, tenía que darse prisa.

Así se diseña un plan de transformación profesional

Coma sabía que primero debía analizar bien cuáles eran sus principales fortalezas, identificar el sector donde podría desarrollarlas, adquirir cierta experiencia empresarial y elegir una formación que le proporcionase en poco tiempo los conocimientos y los contactos que necesitaba.

Sus fortalezas parecían claras: hacen falta un liderazgo y una templanza excepcionales para imponerse en competiciones que te obligan a cruzar un desierto. Allí las condiciones son extremas y las decisiones, rapidísimas. En paralelo, llevaba años gestionando su patrimonio y su carrera deportiva – era su propio manager –, y sabía lo que era liderar un proyecto, ya que había lanzado un equipo para ayudar a los motoristas más jóvenes.

Poco después de bajarse de la moto en 2015, Marc Coma asumió la dirección deportiva del Rally Dakar como número dos de la organización, por debajo de su director, el francés Étienne Lavigne. Allí, como él mismo reconoció en numerosas entrevistas, se empapó de la parte organizativa y de negocio de la competición. Fueron casi tres años eléctricos.

La siguiente meta la alcanzó en 2018. Quería parar, dedicarse tiempo, tomar perspectiva y formarse como directivo. Y eligió el Programa de Dirección General (PDG) del IESE. Buscaba una visión distinta de la gestión de los negocios y una red de contactos con los que poder crecer profesional y personalmente más allá del motociclismo.

Y además de todo eso, encontró un entorno que le dio la oportunidad de colaborar con otros futuros altos directivos, nutrirse con sus ideas, experiencias e ilusiones y poner a prueba su liderazgo de una forma diferente. “La sensación de volver a aprender – reconoció – es fantástica”.

De las aulas a la empresa

Fiel a su trayectoria, tras pasar por el IESE, Marc Coma siguió cumpliendo sus objetivos. En 2019 se incorporó a la alta dirección de KTM España, la fulgurante firma austriaca de motos que tan bien conocía de su etapa de piloto y que posee más de 100 concesionarios en nuestro país.

Allí exprimió la oportunidad de aprender durante un año entero de César Rojo, el CEO que había situado a la empresa en el palmarés de las grandes competiciones, junto a Husqvarna Motorcycles. La filial española de KTM se había convertido en una de las que más crecían dentro del grupo y, además, Rojo era otro gran referente del sector: había ganado nueve títulos mundiales como jefe de equipo con Derbi y Bultaco.

Tras ese periodo de adaptación, Coma ya estaba preparado. Había llegado su gran oportunidad. En 2020, ascendió como máximo directivo de KTM en España y completó una impresionante transición desde los desiertos de Dakar hasta los exigentes despachos de la multinacional austriaca.