Si piensas en Agile, metodología ágil, empresas ágiles, no caigas en renovar tu suscripción del gimnasio (si es que la tienes caducada). Esta buzzword puede sonar lejana o inalcanzable, y decir, “esto no es para mí”. Pero ante las amenazas de cambio constante y la volatilidad del entorno, la transformación constante se vuelve una absoluta prioridad. Como líder, debes liderar este cambio permanente de manera dinámica. Con aprendizaje continuo y rápida adaptación.
En el siguiente texto, basado en un artículo del profesor Guido Stein, te damos las claves para ser un líder agile y que tu empresa responda de manera flexible y rápida a las necesidades de los clientes y empleados. Pero primero un poco de contexto.
Descubre la Guía de los principales tipos de líder, ¿cuál eres tú?
¿Qué es el “Agile Management”?
En 2001, desarrolladores de software de Estados Unidos crearon el Manifiesto por el desarrollo ágil del software. En un mundo que se mueve a velocidad vertiginosa, fue una respuesta natural frente a la evidente ineficiencia del modelo de cascada tradicional en proyectos, basado en un flujo secuencial (desarrollo, ejecución, ajustes, cierre), jerárquico, con costosos cambios, lento y una rigidez inaceptable para los clientes.
Fuente: McKinsey & Company.
La evolución hacia el concepto de organismo plantea la empresa como un sistema abierto que desarrolla un proceso de adaptación y respuesta rápida y eficaz a su entorno. Ofrece respuestas integradas que satisfacen las múltiples necesidades de los clientes.
A través de la Agile Alliance definieron las bases de la metodología ágil, que se puede resumir en estos sencillos conceptos que se enfrentan al modelo clásico:
- Individuos e interacciones vs. procesos y herramientas
- Software funcionando vs. documentación técnica
- Colaboración con el cliente vs. negociación contractual
- Respuesta ante el cambio vs. seguir un plan
Aunque las compañías de alta tecnología, las telecomunicaciones, los servicios financieros, los medios de comunicación y el entretenimiento lideran el cambio a gestión agile, es una filosofía plenamente útil y adaptable a cualquier sector.
3 características de las empresas agile
¿Es posible “agilizar” mi empresa?, te preguntarás. La filosofía agile puede aplicarse a muchas organizaciones. Como líder, puedes agilizar tu empresa o tu departamento aplicando los siguientes principios:
1. Equipos pequeños y autónomos
La primera premisa ineludible es la formación de pequeñas unidades de trabajo que funcionen por su cuenta y tengan un alto grado de interacción. Deben ser ‘cross’-funcionales y sobre todo recibir feedback del cliente continuamente.
Tus empleados sentirán que la responsabilidad a la que se sienten abocados, con impacto directo en la cuenta de resultados, hace madurar su compromiso en el desempeño y la contribución al proyecto.
2. Foco en el cliente y adaptación al entorno
Conocer el punto de vista del cliente de primera mano y continuamente, permite ajustar rápidamente las ofertas y los métodos de producción. Eso conlleva una alta satisfacción del cliente y un sentimiento de acompañamiento.
3. Red de equipos de alto rendimiento
Estos equipos trabajan ajenos a la burocracia y los controles que rodean la toma de decisiones. La red de equipos encarna la agilidad organizativa porque funciona de manera autónoma, con ciclos cortos y, por lo tanto, de rápido aprendizaje y toma de decisiones apalancada en la última tecnología. El sistema jerárquico controlado por la organización se responsabiliza de la eficiencia y fiabilidad de los procesos, aprobando los presupuestos, compensaciones y métricas, y supervisando la resolución de problemas genéricos.
Como ves, los atributos de las empresas agile son simples, pero requieren un esfuerzo y compromiso total por parte de todos los actores de la empresa.
Claves del liderazgo agile
Si has llegado hasta aquí, probablemente ya estés convencido de las ventajas que tiene llevar el agile a la gestión de empresa. Para ayudarte a conseguirlo, te proponemos una sencilla guía con 13 pasos para impulsar la filosofía agile como directivo:
1. Antes de realizar cambios, identifica los frenos que impiden la productividad eficaz
2. Define los roles y responsabilidades al comienzo del proyecto
3. Permite una autogestión anárquica a la par que coordinada
4. Delega en niveles inferiores de la organización. El éxito proviene de personas con gran experiencia, información, reputación, con energía y pasión
5. Define una estrategia con objetivos marcados
6. Coordina los equipos de trabajo de manera ‘cross’-funcional
7. Establece sistemas de información avanzados
8. Elimina toda supervisión y burocratización que no sea imprescindible
9. Transforma las estructuras asentadas. Organización, funciones, presupuestos, incentivos y la medición de resultados
10. Forma equipos de entre tres y cinco personas, y en grandes empresas, hasta veinte o treinta
11. Valora los resultados de cierto calado a partir del primer año
12. Persigue el reto de la exigencia de mejora continua e incremental, en la que la decisión más importante sea la siguiente, no la anterior
13. Párate y piensa. En la era de la transformación ágil, es preciso también reflexionar y formarse.
Descubre las 13 preguntas para saber si eres un buen líder.
Como ves, implementar una cultura agile en tu empresa requiere de preparación, reflexión y mucha persistencia. Además, para ser más ágil necesitas crear un ambiente de liderazgo cercano, asentado en las personas y su desarrollo. Todo esto son competencias de liderazgo que no encontrarás en ninguna herramienta de gestión de proyectos. Los másters y programas para directivos de IESE Business School pueden ayudarte a ser el líder agile que deseas ser.