Junior Kone está estudiando un Master in Management en el IESE de Madrid y espera empezar su trayectoria profesional en consultoría de gestión.
Es un momento de gran desafío para los graduados que empiezan a adentrarse en el mundo laboral con intenciones de llegar a la alta dirección. Debido a la incertidumbre provocada por la situación política y macroeconómica mundial, las empresas se muestran reacias a tomar decisiones sobre inversiones en personal, lo que dificulta el acceso al primer peldaño de la carrera profesional a los recién graduados. Es más, puede que este sea el grupo que vio más afectada su educación y desarrollo por la pandemia de COVID-19, y aún siguen sufriendo las consecuencias.
A pesar de estos tremendos obstáculos, Junior Kone, un joven de 23 años que estudia un Master in Management (MiM) en el IESE de Madrid, sigue mirando al futuro con optimismo. Firmemente convencido de la naturaleza cíclica de las recesiones económicas, afirma con confianza: «Normalmente, después de periodos tan malos, la economía empieza a crecer y llegan las oportunidades». Su entusiasmo es contagioso y alentador.
Aceptar el cambio
Le entusiasma sobre todo el potencial que ofrece el entorno tecnológico actual, especialmente la inteligencia artificial (IA). Como él mismo observa, «la IA acabará sustituyendo muchas cosas, pero eso también implica que surgirán nuevas oportunidades laborales. Así funciona todo, y siempre ha sido así». Sin embargo, es muy consciente de las posibles amenazas y peligros de esta nueva tecnología. «Tenemos que utilizar la IA como apoyo a la toma de decisiones y no como sustituta de las personas que las toman: tenemos que ser los responsables», advierte.
Con suerte, como una de las personas que tomarán esas decisiones en el futuro, Kone tiene claro qué tipo de valores harán falta, igual que ahora. Por encima de todo, cree que los líderes deben tener un propósito que vaya más allá de la motivación basada en el dinero, el poder o el prestigio: «Se trata de asumir responsabilidades, intentar hacer algo que pueda beneficiar a la comunidad, ya sea local o mundial».
Kone también afirma que los líderes deben ser flexibles, capaces de adaptarse a distintas circunstancias y de integrarse en diversos entornos. Su educación multicultural y su variada trayectoria académica enfatizan su adaptabilidad y resiliencia. Nació en Costa de Marfil, de padre africano y madre colombiana, y el recorrido de su familia los llevó de África a Italia, donde Kone pasó su etapa educativa. Sus actividades académicas le llevaron a Reims (Francia) para cursar parte de su grado universitario y a hacer unas prácticas en Bruselas (Bélgica) antes de cursar sus estudios actuales en Madrid.
La importancia de la mentoría y la creación de redes
En esta etapa inicial de su carrera, Kone tiene muy claro que necesita mentores y modelos a seguir. Sus padres, personas emprendedores que han dirigido varias compañías, son su principal fuente de inspiración y le han inculcado un gran aprecio por la adaptabilidad y la tenacidad. Al reflexionar sobre su experiencia en la industria cinematográfica (distribución de contenidos africanos por toda Europa), admira su capacidad para moverse cuando Internet reestructuró su panorama empresarial. La creencia de su padre, «si no tienes trabajo, créalo», resuena como un principio básico en la visión del mundo de Kone, que cree que procede del espíritu emprendedor africano.
Para ampliar sus contactos, Kone es miembro de dos organizaciones destinadas a ayudar a los jóvenes talentos a salir adelante. Mentors4U es un programa de mentoría que pone en contacto a estudiantes de universidades italianas con profesionales experimentados. «Cuando me incorporé, mi mentor trabajaba en una importante consultoría de Italia. Me guio en mi trayectoria profesional tratando de entender si la consultoría era la opción adecuada para mí». En su opinión, la experiencia de estos mentores es inestimable: «Intentan entender tu plan de carrera y aportan ideas desde su experiencia porque han pasado por todo lo que tú estás pasando ahora». La otra organización a la que pertenece es Nova, una plataforma que tiene el ambicioso objetivo de conectar al 3 % de los mejores talentos del mundo. Todos los miércoles, Kone se reúne con alguien de cualquier parte del mundo. Cree que es muy útil hablar con la gente y aprender de ella.
El espíritu emprendedor
Cuando acabe el MiM, Kone aspira a ser consultor en una de las mejores empresas de consultoría. A largo plazo, su principal objetivo es convertirse en director general. La alternativa es fundar su propia empresa, y ya tiene algo de experiencia empresarial, como él mismo explica: «Recuerdo que un verano que tenía 15 o 16 años debía estudiar para un examen de francés y aprenderme los verbos, pero no quería, así que decidí crear una pequeña aplicación en mi móvil que me ayudara a aprendérmelos jugando. ¡El problema es que me pasé todo el verano con eso! Pero cuando terminé, decidí vendérselo a mis compañeros y me saqué un poco de dinero».
Kone encarna una mezcla de optimismo, adaptabilidad y resiliencia, respaldada por un conjunto de valores claro. Su trayectoria simboliza la fusión de diversas influencias culturales y la firme determinación de forjarse una carrera que tenga un impacto global, pero que devuelva algo a la sociedad.