¿Qué deberían tener en cuenta las empresas, fundaciones y family offices a la hora de tomar sus decisiones de inversión? La estrategia de inversión, así como el riesgo de cada clase de activos y el resto de cuestiones financieras son importantes, pero ya no son suficientes. También se han de valorar aspectos como el impacto social y medioambiental o los hábitos de buen gobierno, por ejemplo. Así lo recomiendan los Principios de Inversión Responsable (PRI por sus siglas en inglés), respaldados por Naciones Unidas, que pretenden contribuir al desarrollo de un sistema financiero más estable y sostenible.
La inversión responsable no para de crecer, especialmente en Europa, y esto se debe a diversos factores, como la pérdida de confianza por parte de los ciudadanos en la industria financiera provocada por la crisis de 2008. También influye el hecho de que los inversores estén cada vez más sensibilizados con el impacto que los asuntos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG por las siglas en inglés) pueden tener en sus inversiones.
En este contexto, Fabrizio Ferraro, profesor de Dirección Estratégica del IESE, recomienda a los inversores institucionales prestar atención a estas tres grandes tendencias a la hora de definir las estrategias de inversión responsable:
- Mejor valoración del riesgo ESG que supone invertir en algunas empresas e industrias que algunos consideran “problemáticas”, como p. ej. el sector de los combustibles fósiles. A medida que la inversión responsable madure y se vaya extendiendo, los responsables de inversión deberán considerar qué implicaciones y riesgos aportan determinadas industrias problemáticas en sus estrategias de inversión.
- Oportunidades de conseguir rentabilidad gracias a los factores ESG. La política de tipos bajos de los últimos años ha puesto a prueba la rentabilidad de los bonos y en el mercado accionarial conseguir rentabilidad superior al mercado (alpha) siempre ha sido muy difícil. Ya que los factores ESG aún no se han incorporado en las valoraciones de mercado, podrían ofrecer a los gestores competentes una oportunidad de conseguir mejor rentabilidad.
- Exigencia creciente de transparencia. La sociedad exige a las instituciones cada vez mayor transparencia y responsabilidad, y esto hará que la inversión responsable se generalice y se extienda a todo tipo de empresas, tanto cotizadas como no cotizadas.
El profesor Ferraro considera que estamos en el momento oportuno para institucionalizar la inversión responsable y dar paso así a una nueva era de un capitalismo más sostenible.
Si te dedicas a la gestión de patrimonios o participas en la toma de decisiones de inversiones, ya sea a título personal, familiar o institucional, el programa “Gestión de endowments: fondos de fundaciones, familiares y de largo plazo” te ayudará a desarrollar estrategias de inversión responsables.