La pandemia ha obligado a muchas personas a hacer un balance de sus vidas, pero Gopala Krishnan, –o G.K., como todos lo llaman– ya había hecho un cambio de rumbo vital años antes, precisamente por algo relacionado con la salud.
Mientras dirigía una empresa de medios para dispositivos móviles en China e India, decidió en 2008 “dejar el club de la empresa. Empecé a ser consciente de mi salud, a hacer ejercicio y a revisar las etiquetas de los alimentos”.
Lo que vio en esas etiquetas lo sorprendió y lo llevó por un camino muy diferente. Hoy, es un emprendedor social con una audaz ambición: transformar la salud de millones de mujeres y niños en la India.
Parece una tarea hercúlea en un país donde dos tercios de la población viven con menos de dos dólares al día y donde la COVID-19 ha empujado a 75 millones de personas más a la pobreza, revirtiendo el progreso de los últimos años. Sin embargo, G.K. cree haber descifrado el código de un modelo que podría tener un gran impacto.
La necesidad del cambio
Todo comenzó por una simple rebanada de pan. Al investigar los productos químicos de la etiqueta, G.K. descubrió que uno era el bromato de potasio, un agente blanqueador que llevaba años prohibido en Reino Unido y la UE. “Vi un problema de toxicidad alimentaria que afecta a millones de personas todos los días. No era un activista, ni tenía poder para cambiar la ley, pero conocía el mundo de la empresa y sabía cómo conseguir un cambio”.
Armado con sus datos, G.K. se reunió con el principal fabricante local. “Todos fueron muy amables y dijeron que harían algo, pero no fue así. Asumieron que lo dejaría estar, pero no lo hice. Me dedique al seguimiento del tema todas las semanas, durante seis meses. Luego, lo escalé a la sede del fabricante de alimentos en Reino Unido”.
Finalmente, la multinacional prohibió el ingrediente en sus panes indios. En ese momento, vio la luz: “Me di cuenta de que, si aprovechaba empresas u organizaciones con grandes redes de distribución para lograr una intervención social, podría tener un gran impacto sin necesidad de grandes recursos”.
Un nuevo modelo de negocio
Tenía esa lección en mente cuando una prima suya le dijo que las bajas tasas de vacunación eran la causa de que hubiera tantos niños enfermos y discapacitados en India. Las vacunas eran gratuitas y la gente lo sabía. ¿Por qué entonces tanta gente se saltaba las inyecciones?
Todo se reducía a que olvidaban sus citas. La investigación de G.K. mostraba que los recordatorios de vacunación mejoraban significativamente el cumplimiento.
Dada su experiencia en comunicaciones móviles, usar la tecnología para enviar un recordatorio de vacunación por SMS o correo electrónico no era el problema. Solo necesitaba una gran red de distribución. “Después de todo, ¿por qué desarrollar una solución para uno o dos hospitales cuando se podría crear un programa nacional?”
Gracias a la ayuda de un destacado neonatólogo, Ranjan Pejaver, la Academia India de Pediatría se unió al proyecto. Eso le otorgó una credibilidad sin partidismos, otra pieza importante del modelo de negocio.
Finalmente, consiguió a Vodafone como patrocinador, apelando a uno de sus programas de RSE. La creación de esa sostenibilidad financiera de beneficio mutuo completó todos los elementos que necesitaba: “Quería que, a cambio de su respaldo económico, Vodafone obtuviera un gran valor en términos de reputación y participación de los grupos de interés”.
Para cada problema, una solución
Lo que aprendió con Immunizeindia le sirvió para su nuevo proyecto, Poshan, que brinda información gratuita en todos los idiomas de la India a ocho millones de mujeres para prevenir el retraso del crecimiento en los niños. Una vez más, G.K. aprovechó las redes a gran escala –desde los ministerios gubernamentales y la Academia India de Pediatría hasta Vodafone y al empresa DSM– para garantizar un servicio integral, creíble, ampliamente disponible y que beneficiase a todos los grupos de interés.
Los problemas no acaban nunca pero, para G.K., tampoco las soluciones. “Cuando supe el alcance del problema de la mala salud de las mujeres y los niños, decidí dedicar mi vida a trabajar en esa área”.
Tras abordar el problema de la educación del paciente, se involucró directamente en la formación continua para médicos. Se trataba de “mejorar la calidad de la atención y brindar apoyo diagnóstico, guiado por especialistas, en las consultas externas. Enfermedades provocadas por el estilo de vida, dietas infantiles, planificación de comidas… son servicios que deberían estar disponibles en un país donde el 90% de los niños tienen deficiencias nutricionales”.
De hecho, se estima que cuatro de cada 10 niños indios menores de cinco años tienen retraso en el crecimiento debido a la desnutrición, y eso los coloca en una situación de desventaja de por vida. Dado que los problemas humanos, sociales y económicos que afectan a la nación se remontan a la infancia, G.K. decidió concentrar su energía emprendedora en atacar esos problemas en su origen, utilizando modelos de negocio innovadores.
La confianza es clave
A Poshan la siguió una sucesión de otras plataformas tecnológicas: Narikaa, una iniciativa educativa para mujeres de la Federación de Sociedades de Obstetricia y Ginecología de la India (FOGSI, por sus siglas en inglés), en asociación con WayBeyond Media; Inditech, una plataforma para academias, universidades e institutos de medicina formar a médicos y estudiantes de medicina; y una iniciativa de clínica inteligente, actualmente en curso, que involucra a la principal empresa de servicios de gobierno electrónico de la India y la Academia India de Pediatría.
Todos esos proyectos son más robustos que la típica asociación pública-privada, asegura G.K., en el sentido de que ofrecen soluciones tecnocomerciales con modelos de ingresos escalables. “No creo en que organizaciones benéficas financien esos programas”, dice, sino que “deben ser financieramente sostenibles”.
Aunque invita a socios comerciales, establece límites claros; cualquier rastro de partidismo arruinaría la marca, cuya credibilidad se basan en la confianza de médicos y pacientes. Por ejemplo, una empresa farmacéutica puede donar al proyecto, pero no opinar sobre la información que se distribuye. “Es como un periódico: un anuncio debe mantenerse separado del contenido editorial”.
Un modelo de negocio transformador
G K. cree que el modelo es especialmente bueno para los países en desarrollo: “Cuando intentas conseguir socios, necesitas aportar algo de lo que carezcan. En el caso de la Academia India de Pediatría, aportábamos un modelo tecnocomercial, la capacidad de ejecutarlo e, inicialmente, los inversores para financiarlo. En un país desarrollado, una institución líder a la que quieres aportar tecnología te va a responder con un: ‘¿Y qué? Puedo comprar esa tecnología. ¿Por qué te necesito?’ Aquí proporcionamos capacidades fundamentales de las que carecen y potenciamos las suyas propias, ayudándoles a brindar formación a través de sus propios canales de confianza. Eso es transformador”.
Con todo, G.K. insiste en no ponerse en el centro.
“La gente siempre pregunta por el secreto de un emprendedor social. Yo siempre digo lo mismo: no se trata de ti, sino de tu capacidad para potenciar las capacidades de los demás.”
“Potencio las redes personales y profesionales, así como la capacidad para generar cambios, de empresas y líderes. Ni yo tengo esas capacidades, pero soy capaz de aprovechar las de otros y escalarlas para abordar uno de los muchos problemas sociales por resolver”.
Para G.K., el mérito es de Bakul Parekh, de la Academia India de Pediatría; Ashwin Mittal, filántropo y director ejecutivo de Course5i; Meenakshi Menon, quien vendió su negocio de medición de medios Spatial Access a Deloitte; y de muchos otros que han hecho contribuciones esenciales para “encontrar la fórmula secreta”. G.K. también ha trabajdo con Christoph Zott, profesor del IESE y experto en innovación en modelos de negocio.
“Sé siempre consciente de eso, y no te pongas en el centro”, recuerda. “La iniciativa emprendedora gira en torno a todos los que participan de forma conjunta en un proyecto transformador. Porque eso es lo que realmente tratamos de hacer: transformar el mundo”.
El IESE imparte un programa sobre Business Model Innovation de la mano del profesor Zott.