¿Tienes mucha experiencia, pero llevas tiempo pensando que necesitas reciclarte? No retrases tus planes. Los programas ejecutivos son siempre una gran oportunidad de actualización y de reseteo profesional a muchos niveles, pero incluso en el contexto actual pueden ser cruciales para evitar que tu empresa vaya a la deriva.
¿Por qué es necesario seguir formándote como directivo?
Te contamos a continuación, por qué es necesario que sigas formándote como directivo, e incluso, qué ventajas tiene hacerlo en estos momentos.
Necesitas reciclaje en un entorno acelerado
La COVID-19 ha puesto de manifiesto y acelerado la necesidad de recapacitar y adaptarse de las empresas hacia retos tan estructurales e imperantes como la disrupción digital, la automatización o el big data. En el ámbito de la dirección de personas, materias como el teletrabajo, la gestión de equipos virtuales y las políticas de conciliación y de retención del talento han pasado a un primer plano y exigen de los directivos, dar la mejor respuesta. Todos son ámbitos con una gran demanda sobrevenida de formación, que, por la crisis, deben ser abordados desde nuevos enfoques para atender a esta nueva realidad de la empresa.
Los programas directivos del IESE han evolucionado para atender a estas nuevas necesidades y conocimientos, pero también, para formar en un liderazgo más ético y comprometido, que tome en cuenta aspectos como la responsabilidad social corporativa o la inclusión.
Desarrolla la flexibilidad y la mentalidad disruptiva
El directivo de hoy necesita desarrollar un perfil más adaptable y colaborativo, que le permita ser rápido antes los cambios y las innovaciones. Participar en un programa diseñado para ejecutivos te ayudará identificar nuevos puntos de vista que cultivarán tu flexibilidad mental.
A veces, nuestro discurrir dentro de una misma empresa y un mismo equipo nos impide ver opciones distintas y más disruptivas. Probablemente, muchos de los problemas que gestionas son recurrentes en otras organizaciones, pero los directivos las abordan desde otras perspectivas. Discutir situaciones reales de negocio con personas experimentadas en otros sectores y puestos de dirección cultiva tu creatividad y tu capacidad de ser disruptivo, lo que, en definitiva, revertirá en un valor añadido para tu organización.
Otro beneficio del proceso de aprendizaje en un momento bajo del mercado es la inyección de motivación que supone en ti. Quizás sientas que estás estancado o que las perspectivas de desarrollo dentro de tu empresa son poco halagüeñas. La sensación de avance que brinda un programa ejecutivo desde el primer día es un incentivo que potenciará tu optimismo y pensamiento positivo.
Gracias a las metodologías híbridas puedes formarte como directivo sea cuál sea el contexto.
Cultiva las relaciones: un valor de siempre más importante que nunca
“Si quieres un año de prosperidad, cultiva arroz. Si quieres 10 años de prosperidad, cultiva árboles. Si quieres 100 años de prosperidad, cultiva personas”, dice un proverbio chino. Y es que estar en contacto con otras personas es una de las principales fuentes de aprendizaje y valor empresarial.
Tu evolución dentro de una empresa o de un sector hace que te resulte difícil abrir nuevas relaciones profesionales. A veces, el hecho de que existan dependencias directas o indirectas, o que estés relacionándote con competidores impide que esas relaciones sean realmente fructíferas para tu red. Participar en un programa de dirección te brinda una oportunidad de ampliar tu círculo de relaciones de igual a igual (peer to peer). Es más, el hecho de compartir una experiencia formativa crea un entorno seguro y honesto en el que todos colaboran.
Un ejemplo claro del nivel de confianza que se crea en los programas de perfeccionamiento directivo, es que de ellos han salido numerosos proyectos empresariales y hasta iniciativas de inversión conjunta. Es el caso de Néstor Amela (PDG’16) y Oriol Moltó (PDD’17) que, a raíz de su participación en los programas del IESE, fundaron el grupo PDG Angels y PDDinvest, respectivamente. Estas dos iniciativas no solo son vehículos para su inversión, sino consolidan las relaciones que estos directivos hicieron en el programa.
Ventajas de la formación ejecutiva
Contra lo que podría parecer, el contexto poscovid es un gran momento para hacer esa formación que llevas años postergando. He aquí algunas razones de por qué.
Menos viajes, mayor disponibilidad.
Según se desprende del último Pulse elaborado por la consultora PeopleMatters, casi siete de cada diez compañías han reducido la movilidad internacional de sus empleados desde el inicio de la pandemia por la dificultad física del desplazamiento y el encarecimiento de los costes laborales asociados. Aprovecha el ahorro de tiempo de viajes para dedicártelo a ti mismo.
Nuevas tecnologías y formatos.
Hoy más que nunca, los directivos necesitan soluciones formativas que ofrezcan flexibilidad en tiempo y espacio, y que garanticen la calidad y personalización de la formación, sea cual sea el contexto. En el IESE hemos adaptado nuestros programas: todos ellos son en formatos híbridos, lo que permite cursarlos sea cuál sea la circunstancia. Además, encontrarás en programas semipresenciales como el PMD y el PDD Flexible, que combinan módulos residenciales y formación online en directo.
Más formación como salario emocional.
La pandemia ha traído una congelación generalizada de los sueldos. Por ello, muchas empresas optan por la formación como un elemento de retención del talento, también entre directivos. Cursar un programa de desarrollo directivo puede ser una herramienta de motivación más poderosa que el sueldo.