Muchas empresas están despidiendo a miles de profesionales altamente cualificados, con una excelente hoja de servicios incluso, por culpa del frenazo en el crecimiento económico, el endeudamiento excesivo o la persistente inflación.
Las economías avanzadas, que ya hundieron su crecimiento a la mitad el año pasado, volverán a reducirlo a la mitad este año según las previsiones del Fondo Monetario Internacional. ¡Y eso que los números están siendo mejores de lo esperado!
Además, las compañías no están expuestas a una ‘guerra’ en un solo frente sino en tres: hay que contar con el frenazo del crecimiento, claro, pero también con la brutal dentellada de la inflación y el aumento de los costes financieros.
Los precios de las economías avanzadas van a dispararse, según el FMI, casi un 12% en total en 2022 y 2023. En paralelo, la Reserva Federal o el Banco Central Europeo llevan meses subiendo con fuerza los tipos de interés y, con ellos, lo que les cuesta endeudarse a las grandes empresas.
Una de las herramientas que están empleando las multinacionales para tratar de mitigar el impacto de esta guerra en tres frentes es despedir a sus trabajadores. Y eso ha llevado a gigantes tecnológicos, del sector financiero o de la automoción a tomar unas medidas muy dolorosas para sus profesionales que incluyen grandes recortes de plantilla.
Anteriormente, te explicamos con detalle cómo defenderte de la recesión. Ahora ha llegado el momento de ofrecerte claves para que hagas lo mismo con los despidos masivos que ya han empezado a anunciarse. Y que puedas hacerlo en tres situaciones diferentes: antes de los despidos, justo cuando te han despedido y justo cuando te ha tocado liderar un equipo con los que han tenido la suerte de quedarse.
Antes de los despidos masivos: ¿ya sabes cómo está tu compañía?
Guido Stein es profesor del Departamento de Dirección de Personas en las Organizaciones y director de la Unidad de Negociación del IESE. Y cree que hay que “estar muy atentos a la cuenta de resultados y la situación macro, pero sin creer que tienes todas las respuestas”.
Los planes del CEO solo los sabe el CEO. Y eso significa que puede haber sorpresas y que una de las sorpresas puede llegar con forma de recortes de plantilla. Y, según Stein, “ahora es más fácil sorprenderse, porque el teletrabajo reduce la visión de los profesionales sobre la buena o mala marcha del negocio”.
Además, matiza Stein, hay empresas que “trataron fenomenal a sus trabajadores durante años y los convencieron de que lo hacían porque valoraban muchísimo su talento y su bienestar”. Sin embargo, añade, “cuando han surgido ahora los primeros problemas con la cuenta de resultados han recurrido sin pensárselo dos veces a los despidos masivos”.
Si has comenzado a escuchar rumores sobre grandes recortes de plantilla y crees que pueden afectarte, Stein te recomienda que te preguntes esto:
- ¿Cómo va la cuenta de resultados?
- ¿Se toma mi empresa en serio la cultura de la pertenencia o despide con facilidad cuando llegan las ‘vacas flacas’?
- ¿Soy barato de despedir?
- ¿Qué sensaciones me ha dado mi responsable sobre mi futuro en la empresa?
Si los rumores que has escuchado coinciden con una renqueante cuenta de resultados, con una empresa que despide con facilidad cuando el viento sopla en contra, con un responsable que no puede ofrecerte garantías y con que eres barato de despedir porque eres una de las últimas incorporaciones, no lo demores más: empieza a buscar empleo. ¡Lo peor que puede pasarte es que encuentres una oportunidad mejor en una compañía más saneada!
Despidos masivos: así debes reaccionar cuando tienes que marcharte
Ha llegado el día. Parece increíble, pero ha llegado. Y aquí es donde Stein cree que “debemos pasar el duelo cuanto antes, preguntarnos seriamente si hay algo en la calidad de nuestro trabajo que pudiera justificar la salida y, si la razón esencial es sencillamente que el negocio va mal, no debemos perder ni el tiempo ni la energía en cuestionarnos o hacernos mala sangre”.
Lo principal, advierte, “es buscar trabajo a partir de ese momento, convertir la búsqueda de empleo en un empleo diario que mantenga a raya los pensamientos que nos debiliten, aprender lo poco que se pueda aprender de la experiencia y concentrarse en ser muy atractivo y flexible con las condiciones que le pidamos al siguiente empleador”. Esto último, aclara, no significa malbaratarse sino “llegar, por ejemplo, a un acuerdo con la nueva empresa para revisar el salario meses después y en cuanto alcancemos determinados hitos”.
Sandra Vegas, Head of General Career Preparation and Student Advisory en el IESE, propone una estrategia en cinco puntos:
- Introspección. Identifica de nuevo tus intereses, motivaciones y habilidades. Y decide qué quieres ser a partir de ahora. No te pongas límites. No descartes la reinvención.
- Solo o en compañía. Puedes hacer el camino individualmente o con ayuda, por ejemplo, del Programa de Transición Profesional del IESE.
- Marca personal. Piensa bien cómo vas a promocionar tus capacidades en LinkedIn, haciendo networking y mediante el currículum.
- Nunca dejes de buscar. Elabora una lista de empresas y sectores que te interesen, teje una nueva red de contactos y explora las posibilidades del ‘mercado oculto’, que es la fuente del 70% de las oportunidades.
- La entrevista perfecta. La economía y los despidos han multiplicado la competencia por los mejores puestos, y eso significa que tu entrevista con la empresa debe ser impecable.
Mi equipo se ha ‘salvado’ de los despidos masivos: ¿qué hago?
La crisis de 2008 fue muy dura y a Sandra Vegas le llevó a despedir a muchos profesionales de su equipo en una multinacional donde era directora. Tomó una decisión: “Voy a quedarme, y voy a quedarme diciéndoles todo el tiempo la verdad de la situación, pidiéndoles que remen conmigo pase lo pase e intentando darles ejemplo”.
Organizó sesiones de brainstorming para encontrar nuevos enfoques, mantuvo conversaciones personales con los miembros de su equipo, que no entendían los despidos después de haber dado muy buenos resultados en el ejercicio anterior, y aprovechó para hablar con mucha gente fuera de la oficina. Ellos le ayudaron a recuperar la confianza, se animó, siguió luchando, se reinventó y ahora dedica todos sus esfuerzos a orientar en sus carreras a los estudiantes del IESE.
Ese es el ejemplo de una líder en tiempos convulsos. Pero, ¿qué sucede cuando solo somos los supervivientes del equipo después del naufragio? En esas circunstancias, el profesor Guido Stein cree que:
- No puedes bajar los brazos ni lamentarte todo el día por muy dura que sea la situación. Las crisis dan la medida de tu capacidad.
- Si quieres llegar a alguna parte, necesitarás ser muy resiliente. Aprovecha esta situación para hacerte más fuerte y flexible.
- Si ves probable otra oleada de despidos, busca trabajo. El paro es devastador y la mejor forma de encontrar empleo es tener empleo.
- Mientras estés en la empresa, debes intentar seguir creciendo. Aprovecha la oportunidad que otros ya no podrán disfrutar.
Los despidos masivos, por muy inesperados o complicados que sean de digerir, no son el final de nada, sino el principio de la siguiente etapa en una carrera profesional apasionante. Una etapa en la que el IESE también te acompaña con sus programas de formación directiva y te recuerda que aquí no hay puntos finales. Tan solo nuevos puntos de partida.