El día a día de un directivo nunca ha sido un remanso de paz, eso hay que reconocerlo. Pero la crisis pandémica les dado un giro vertiginoso a conceptos como la resiliencia corporativa, la gestión positiva del cambio o las estrategias disruptivas. Una cosa es liderar en tiempos convulsos —los de antes—y otra muy distinta llevar el timón en medio de una tempestad.
En estas circunstancias, seguro que te has preguntado cómo pueden ayudarte a navegar la volatilidad y planificar el futuro las experiencias de otras empresas y las investigaciones punteras en psicología, sociología o negocios. Y, lo que es más importante, cómo se podría transformar toda esa información en unas estrategias que te sirvan para tomar decisiones.
6 estrategias para dirigir una compañía en medio de la incertidumbre
1. Apuesta por el bienestar de la plantilla
La principal responsabilidad de un directivo es impulsar el crecimiento sostenible de la compañía a largo plazo. Sin embargo, un liderazgo exitoso exige algo más. El experto en psicología positiva, Tal Ben-Shahar, cree que los líderes son más eficaces cuando prestan atención a la felicidad y bienestar de sus plantillas.
“Los líderes son más eficaces cuando prestan atención a la felicidad y bienestar de sus plantillas”.Tal Ben-Shahar
Y eso no consiste solo en repartir cargos, incentivos económicos o amplios despachos. De ningún modo. Las claves del bienestar de sus equipos, como demuestran los estudios psicológicos, son unas relaciones interpersonales fuertes, una buena salud y una vida larga. La felicidad, merece la pena recordarlo, no es el final de ningún viaje. Es un camino continuo.
Y cabe recorrerlo paso a paso, sin grandes zancadas, porque, como advierte Ben-Shahar en uno de sus estudios, “en las organizaciones, hasta los pequeños incrementos en bienestar se traducen en mejoras significativas en productividad, creatividad, trabajo en equipo, implicación y motivación. No se trata de multiplicar de repente los niveles de felicidad, sino más bien de avanzar gradualmente en esa dirección”.
2. Pon orden y aprende a relajarte
Existen muchas situaciones estresantes, desde quedarse atrapado en un atasco hasta lidiar con un cliente peliagudo. Según la doctora Emily Nagoski, experta en salud y coautora del gran éxito editorial Burnout, hay que diferenciar la sensación de estrés de sus causas y los estresores controlables de los que no lo son.
Además, sigue Nagoski, es importante que aprendamos a relajarnos levantándonos y moviéndonos de nuestro lugar de trabajo (aunque sea por periodos muy breves), ejercitando la respiración, hablando con otros compañeros o incluso riéndonos.
Para Ben-Shahar, “el problema no es el estrés en sí mismo, sino que nos falte el tiempo necesario para recuperarnos. Necesitamos energizar nuestras vidas con esa recuperación”. Y, para conseguirlo, nos anima a incluir el deporte y los descansos en nuestras agendas y a distinguir bien el trabajo de nuestra vida personal.
3. Reinventa la conciliación
La obligación de teletrabajar casi se ha universalizado, al menos provisionalmente, en muchas compañías, difuminando así los contornos de la vida personal y profesional. Ahora, para mejorar la transición de una esfera a otra, Nancy Rothbard, profesora de la escuela de negocios Wharton, aconseja establecer unos claros límites temporales y espaciales entre las dos.
Según ella, “como los profesionales cualificados y sus jefes seguirán trabajando desde casa durante algunos meses más, es vital que te preguntes en qué ha cambiado esta nueva situación la conciliación entre la vida personal y profesional que practicabais antes en la oficina”. Únicamente así, matiza, “podrás diseñar una fórmula de teletrabajo que no solo apueste por la productividad, sino también por el respeto a la conciliación de todos a largo plazo”.
4. Conviértete en el guionista de tu futuro
Como dice el refrán, “la mejor forma de predecir el futuro es inventarlo”. Esto es, justamente, lo que hace Bill Gates durante sus “semanas de reflexión” dos veces al año y lo que también hacen los altos directivos de Amazon todos los martes en sesiones de cuatro horas: toman distancia y perspectiva frente al ruido del día a día y aprovechan para hablar y pensar en el futuro.
Miquel Lladó, profesor de IESE y autor del ensayo Enamorarse del futuro, asegura que “el mundo está evolucionando tan rápido que a las empresas ya no les basta con diseñar una estrategia a cinco o diez años, sino que se ven obligadas a adaptarla continuamente a los cambios del mercado. Los directivos de hoy tienen que pensar todo el tiempo estratégicamente”. Y la elaboración de la estrategia no comienza, sigue el experto, hasta que clarificas las metas y diseñas la hoja de ruta que necesitas para alcanzarlas.
“Los directivos de hoy tienen que pensar todo el tiempo estratégicamente”.Miquel Lladó
Lladó, que acumula una amplísima experiencia como alto directivo, consultor y académico, propone tres grandes avenidas que facilitan la reflexión estratégica:
- Para identificar las fuerzas macro: el análisis PESTEL, que incluye, como indican sus siglas en inglés, factores Políticos, Económicos, Sociales, Tecnológicos, Medioambientales y Legales.
- Para entender los cambios en tu entorno competitivo: el modelo de las cinco fuerzas de Michael Porter.
- Y, finalmente, para rastrear y exprimir oportunidades de negocio inexploradas: la estrategia de ‘océano azul’ y la elección estratégica en cascada que se describe en Playing to Win: How Strategy Really Works.
Descubre en este artículo cómo mejorar tu pensamiento estratégico.
5. Recuérdalo: la gestión va de personas
Si quieres que tu estrategia funcione, tendrás que ser capaz de inspirar y alinear a tu equipo en torno a un objetivo común, inyectándoles motivación y energía a sus miembros y convirtiendo las metas en auténticas misiones.
Como directivo, necesitas estudiar y sacar el mayor partido posible a las características de tu equipo y también a tu estilo de liderazgo. Como observa el profesor Lladó, “en la vida y en los negocios, tú eres la primera persona a la que tienes que reportar. Piensa qué es lo que quieres y avanza hacia el futuro que tú mismo has diseñado”.
6. Da pasos concretos y sigue formándote
La intensificación de la competitividad internacional, los cambios demográficos y la innovación tecnológica han impactado de lleno sobre el lugar de trabajo en todo el mundo, provocando una transformación que la pandemia no ha hecho más que acelerar.
La formación permanente en todos los niveles de la organización va a ser clave para los negocios que quieran navegar un entorno laboral tan dinámico, así que hazte esta pregunta: ¿qué estás aprendiendo ahora mismo?
IESE garantiza la formación continua de directivos como tú con programas para CEOs, consejeros y altos directivos como el PADE y el Global CEO Program.