Alberto Cabanes es CEO y fundador de Adopta un Abuelo, una empresa social que conecta a decenas de miles de jóvenes con personas mayores. Cabanes también es EMBA del IESE.
Alberto Cabanes debía ser muy joven, un niño en realidad, cuando comprendió que su abuelo Clemente siempre lo acompañaba a todas partes. Clemente le llevaba a inglés, a balonmano (un deporte en el que Cabanes llegó a competir y federarse), y también estaba allí para contarle un cuento. A veces, el pequeño Alberto lo acompañaba junto a Pilar, su abuela, en sus ‘viajes’ a Picón, el pueblo de Ciudad Real del que procedían.
Pasó el tiempo y llegó el fallecimiento de Pilar. Y la gran dependencia de Clemente. Y las visitas a la residencia de Alberto Cabanes desde Madrid todos los fines de semana. Y así fue como conoció a Bernardo, un nuevo amigo de su abuelo. Los tres pasaban el rato charlando y jugando al dominó o al cinquillo. Un día Bernardo, que era viudo, le confesó que su mayor ilusión hubiera sido tener un nieto. Y Cabanes le dijo que entonces él lo adoptaba como abuelo.
La idea de la empresa social Adopta un Abuelo surgió así de una broma. Pero de una broma muy seria. Porque Cabanes realmente adoptó de alguna manera a Bernardo y comprendió inmediatamente que había millones de ‘Bernardos’ que necesitaban que se acordasen de ellos.
Y quería ofrecerles la misma oportunidad que al amigo de su abuelo. Pero solo tenía una buena idea y le faltaban manos. Muchísimas manos. No se podía imaginar que, en menos de una década, se convertiría en uno de los 40 emprendedores de menos de 40 años más destacados del IESE o que la web de Adopta un Abuelo alcanzaría los 250.000 de usuarios registrados en 18 países.
Me voy a lanzar: ¡quiero ser emprendedor social!
Tenía 27 años y Alberto Cabanes había llegado a una conclusión: quería ser emprendedor social con todas sus fuerzas. Y creía que estaba preparado para lanzar un proyecto que crearía vínculos de complicidad y cariño entre generaciones.
Era todavía 2016 y le quedaban por delante un año y medio abrumadores: pasó 11 meses sin ingresos, gastó todos sus ahorros, pidió un préstamo, vendió el coche y la televisión y dejó su casa para instalarse en los pisos de su amigo Mario y su novia de entonces. Y menos mal, dice, que no tenía ni hijos ni hipoteca. A pesar de eso, como dijo Alberto Cabanes en la conversación con la profesora del IESE, Mireia Las Heras, que puedes ver en vídeo más abajo, “¡Lo insensato hubiera sido no lanzarse!”
La necesidad que quería satisfacer era muy real. Según algunos sondeos, más del 10% de los mayores se sienten solos en Italia, Alemania, Francia o Estados Unidos. En España, donde dos millones de personas mayores viven solas y alrededor de 350.000 lo hacen en residencias, ocurre lo mismo.
Pero a pesar de su juventud, Cabanes creía que estaba preparado, porque ya sabía lo que era competir y fracasar. Había jugado profesionalmente al balonmano y a los 24 años, poco después de licenciarse en ADE, había cerrado su primera startup. Cabanes recaudó casi 10.000 euros con Tachans.com, que podría haber sido la primera red social para federaciones, clubes y deportistas.
Sin embargo, nada salió entonces como había esperado. Y aprendió a caer. Y a levantarse. Y a destacar como auditor sénior en KPMG después de levantarse de un salto. Compatibilizar los duros comienzos de Adopta un Abuelo con su trabajo en KPMG hasta que por fin pudo dar el salto fue, según él, un verdadero reto.
Y aquel sería solo el primero de muchos. Y por eso, su pasión por seguir innovando y la creciente complejidad del negocio y de gestionar cada vez más operaciones y equipos lo convencieron en 2021 de la necesidad de ampliar su formación y estudiar su EMBA en el IESE, una exigente experiencia de 18 meses en tres continentes.
Del programa, Cabanes ha destacado que para él ha sido “una experiencia transformadora”, donde ha tenido la oportunidad de aprender tanto de sus compañeros como de los profesores, a través del estudio de 350 casos reales de empresas que se enfrentaron a algunos de los desafíos que el CEO y fundador de Adopta un Abuelo tendrá que superar a partir de ahora.
Y uno de ellos es, indudablemente, seguir exprimiendo la innovación para luchar contra la epidemia de soledad que asedia a los mayores.
Así está innovando Adopta un Abuelo para que los mayores no estén solos
Adopta un Abuelo ha sorprendido a todo el sector apostando por actividades organizadas (bailes, afterworks) para que fluya la relación entre el mayor y su nuevo acompañante… y también por experiencias únicas.
Entre las experiencias cabe destacar, por ejemplo, una donde unas ‘abuelas’ enseñaron a empleados de AXA recetas de cocina tradicionales y saludables por videoconferencia y otra donde los voluntarios de BBVA ayudaron con la tecnología a unos mayores mediante la iniciativa de Abuelos Hackers.
Adopta un Abuelo ha reinventado la idea de los donativos, creando campañas específicas en las que los mecenas pueden aportar dinero para hacer realidad el sueño de un mayor. Así es como, por ejemplo, una señora cumplió su ilusión de volar por primera vez en avión y como otro mayor, Juan, pudo ver un partido en el nuevo estadio del Atlético de Madrid.
Tanto los donativos para convertirte en socio como los de los retos cuentan con una pasarela electrónica segura en la web y la aplicación móvil de Adopta un Abuelo. Cabanes ha aprovechado la tecnología, además, para aumentar la transparencia: los mecenas ven en todo momento el resultado de sus aportaciones y las partidas de gasto que las justifican. En paralelo, los voluntarios pueden darse de alta en la plataforma digitalmente y en pocos minutos.
Cabanes también ha diseñado un panel de control digital con el que él y su equipo pueden monitorear todas las operaciones de Adopta un Abuelo y desarrollar métricas propias. Así es como saben que, por ejemplo, ya han ofrecido a los mayores casi 50.000 horas de compañía y como conocen con tanta precisión las necesidades de, socios, mecenas y voluntarios. Más de 1.000 reseñas de Google le dan a Adopta un Abuelo una ‘nota media’ de 4,9 sobre cinco.
Todo esto, naturalmente, habría sido imposible si Cabanes no hubiera comprendido que hasta las pequeñas decisiones pueden tener un gran impacto en su organización y que liderar pasa por aprender de los mejores y cultivar la humildad para reaprender cada día. Para ser un gran líder, en definitiva, primero hay que ser una gran persona… porque el liderazgo verdadero es humano, una verdadera historia de Real Leadership del IESE.
Adopta un Abuelo: los mayores tienen mucho que ofrecer
Para Alberto Cabanes, acompañar a los mayores es un win-win, donde los ‘abuelos’ claramente se benefician de la mano tendida de los voluntarios pero, al mismo tiempo, los voluntarios también acceden a una experiencia que les cambiará la vida gracias a los mayores.
¿En qué consiste más exactamente ese win-win? Pues en lo siguiente:
1) Los voluntarios pueden beneficiarse practicando la empatía o la escucha activa, y todos y sobre todo los niños tienen la oportunidad de conectar con personas de generaciones y experiencias totalmente distintas.
2) Los mayores pueden desde disfrutar sin más de la compañía de personas que los esperan y aprecian hasta participar con ellas en actividades de ocio divertidas o cumplir sus sueños volando en avión o yendo al fútbol.
Como dice Cabanes, “los mayores cuentan mejores historias que Netflix”, y es un placer escucharlos. Al mismo tiempo, los voluntarios pueden compartir ese buen rato no solo con los mayores, sino también con sus padres y hermanos, amigos del colegio o compañeros de trabajo.
Ése fue el caso de Pablo y Sofía, una pareja que empezó a acompañar a Mariví, una señora que no salía de su habitación de la residencia, porque sufría una depresión severa. Pues bien, como contaba Cabanes en el podcast con Mireia Las Heras, Mariví no solo empezó a salir después de unos meses de acompañarla, sino que un día incluso se atrevió a cruzar la calle de la residencia para comprar unos pasteles. Quería organizar una pequeña merienda para la pareja que tanto la venía a ver.
Alberto Cabanes es consciente de que el ejemplo de Mariví representa el éxito que ha cosechado una diminuta startup que ha crecido a gran velocidad hasta convertirse en una sólida empresa social en menos de diez años. Adopta un Abuelo ya ha superado los 12.000 voluntarios, los 6.000 abuelos ‘adoptados’ y casi las 50.000 horas de compañía para personas muy vulnerables
Alberto Cabanes sabe que ha recorrido en muy poco tiempo un larguísimo camino desde aquel día, que parece tan lejano, en el que decidió ‘adoptar’ a Bernardo y, algo después, vendió su coche y dejó su casa para hacer realidad su sueño. Ha recorrido un larguísimo camino, sí, pero esto no es más que el principio de la gran aventura de su vida.