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Nueva York, la ciudad más “inteligente” del mundo en 2016
Tercera edición del índice IESE Cities in Motion (ICIM)
La gran manzana encabeza el ranking de ciudades más inteligentes del mundo / Foto: Google
24 de mayo de 2016
Nueva York ha arrebatado a Londres la primera posición como ciudad más inteligente del mundo, mientras que París mantiene el tercer puesto. San Francisco, Boston, Ámsterdam, Chicago, Seúl, Ginebra y Sídney completan el top ten. (Ver infografía)
Estados Unidos y Europa mantienen su hegemonía como smart cities, con nueve urbes cada una entre las 25 más desarrolladas.
Así lo indica la tercera edición del índice IESE Cities in Motion de 2016, elaborado por el Centro de Globalización y Estrategia del IESE bajo la dirección de los profesores Pascual Berrone y Joan Enric Ricart.
El índice evalúa el nivel de desarrollo de 181 ciudades (72 de ellas capitales) de más de 80 países, valiéndose de 77 indicadores de diez áreas distintas: economía, tecnología, capital humano, cohesión social, proyección internacional, medio ambiente, movilidad y transporte, planificación urbana, gestión pública y gobernanza.
Avances y retrocesos
En los tres últimos años, Nueva York y Londres se han ido intercambiando el primer y segundo puesto de la lista, mientras que París se ha mantenido siempre en el tercer lugar. Quizás por su condición de grandes metrópolis, las tres puntúan por debajo de la media en cohesión social, su talón de Aquiles. Así, Nueva York ocupa el puesto 161 en esta dimensión; Londres, el 129, y París, el 91.
En los primeros puestos del ranking merecen especial atención los progresos de Copenhague (11), que avanza ocho posiciones en el último año, y Los Ángeles (15), que ha ascendido doce puestos respecto a 2013. La capital de Dinamarca lidera la planificación urbana y es tercera en cohesión social. Los Ángeles, por su parte, destaca en economía (4) y capital humano (5), a pesar de que sigue teniendo grandes retos pendientes en planificación urbana (127), medio ambiente (124) y cohesión social (112).
La ciudad con un mayor avance respecto a 2013 es Ciudad de México, que pasa del puesto 120 al 100.
En España, la ciudad mejor posicionada es Barcelona (33), que ha avanzado cinco puestos en dos años y se sitúa justo por delante de Madrid (34), que gana uno. Barcelona destaca en capital humano, gobernanza, planificación urbana, tecnología y proyección internacional, dimensión en la que ocupa la 6º posición. Por su parte, Madrid, se distingue en las dimensiones de movilidad y transporte, en el puesto número 5, y en proyección internacional, donde ocupa la posición 12.
A Coruña (60) y Sevilla (67) son las protagonistas de los mayores progresos españoles, al ganar ocho y nueve puestos, respectivamente.
En cuanto a los retrocesos, Dublín es la ciudad del primer tramo de la lista que más ha bajado en el último año, al pasar del puesto 16 al 36. Parte de responsabilidad la tiene su mala valoración en cohesión social, una dimensión en la que ocupa la posición 123.
Curiosamente, los otros tres mayores descensos del ranking los protagonizan ciudades brasileñas: Curitiba, São Paulo y Río de Janeiro, que caen entre 16 y 26 posiciones cada una.
También destaca negativamente Tokio, que desaparece del top ten al bajar cuatro puestos (del 8 al 12). Su mala nota en planificación urbana (puesto 133), gobernanza (71), cohesión social (69) y gestión pública (56), contrarrestan su número uno en tecnología y su quinto puesto en economía.
Potencial de crecimiento
Hay ciudades que, a pesar de encontrarse en la zona media-baja del índice, muestran un gran potencial de mejora y evolucionan rápidamente: por ejemplo, capitales latinoamericanas como Quito, Lima, Monterrey o Santo Domingo, y ciudades asiáticas como Shenzhen, Cantón o Ho Chi Minh City.
Si además se observan los rankings de las distintas dimensiones que conforman el índice general, se constata que hay un grupo de ciudades positivamente equilibradas, con valores relativamente altos en todos los campos, entre las que se encuentran Ámsterdam, Sídney, Berlín, Bruselas, Múnich, Melbourne, Seúl y Estocolmo.
El análisis comparativo con otros informes de referencia, como el del Reputation Institute, también demuestra que realidad y reputación no siempre van de la mano. Y este es un detalle que puede repercutir negativamente en la legitimidad de las ciudades a la hora de tratar ciertos temas.
Por ejemplo, ninguna ciudad estadounidense se sitúa entre las veinte primeras del IR (Nueva York está en el 31) y Seúl cae hasta el puesto 59. A la inversa, ciudades como Praga, Florencia y Roma disfrutan de una reputación por encima de lo que indica el ICIM.
Reflexiones y mejoras
Como en anteriores ediciones, los autores también incluyen una serie de reflexiones para los responsables urbanos, como la importancia de evitar la cultura de “silos”, la ausencia de un único modelo de éxito, la conveniencia de alcanzar unos mínimos aceptables en el conjunto de dimensiones y la lentitud de los cambios, ya que los proyectos de envergadura necesitan tiempo para cristalizar.
Entre las mejoras de esta edición del índice, destaca el incremento del 23% en el número de ciudades incluidas en el ranking y que la cantidad de indicadores con que se miden las diez dimensiones relevantes de una ciudad ha pasado de 70 a 77.
Ya está disponible el libro Cities and the Environment, el primero de la serie de libros “IESE Cities in Motion”. Más información en IESE Insight