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Los millenials impulsan el cambio a mejor en la empresa
Tesla, Caixabank y organizaciones sin ánimo de lucro, en el congreso Doing Good Doing Well
29 de febrero de 2016
Se estima que en 2020 la mitad de los trabajadores del mundo serán millenials, una generación que piensa diferente a las anteriores, la generación X y los baby boomers.
Los jóvenes nacidos entre los años 80 y el año 2000, llamados millenials, ‘generación Y’ y también ‘nativos digitales’, se encuentran preparados para protagonizar la cuarta revolución industrial, la digitalización que ya está afectando de forma exponencial a todos los sectores y transformando en todo el mundo la manera en que vivimos, trabajamos y nos comunicamos.
Pero los jóvenes millenials no sólo están llamados a impulsar la transformación digital, pues cuentan con una visión del mundo y un sistema de valores que no se conforma con el dinero. Como señala Forbes, “el dinero es importante y ellos disfrutan ganándolo, pero quieren vivir algo mayor que ellos mismos”.
La ‘generación Y’ hoy accede a posiciones de dirección y busca empresas y organizaciones que ofrezcan un sentido a su esfuerzo; un puesto de trabajo que presente flexibilidad, innovación, transparencia y conciencia medioambiental.
Este es el marco en el que la propia ‘generación Y’ del IESE –nuestros alumnos del Programa MBA han organizado y dirigido la Doing Good and Doing Well Conference, el mayor congreso de responsabilidad social de Europa organizado por estudiantes, en el que este año han analizado los modelos de negocio innovadores con impacto social.
Entre los principales ponentes el congreso contó con empresarios y directivos de automoción, del sector financiero –que están experimentando una disrupción con la emergencia de las entidades ‘fintech’-, y del tercer sector: organizaciones sin ánimo de lucro y solidarias que aportan enseñanzas clave para las empresas.
Tesla: Con la misión de erradicar los combustibles fósiles
Jelle Vastert, Director de Infraestructuras de Tesla, inauguró el congreso con la presentación del plan director de su compañía.
“Nos propusimos construir un coche deportivo y utilizar el dinero que genere para construir un automóvil asequible; y a su vez, utilizar el dinero que genere este coche asequible para construir uno aún más asequible. Y a medida que avancemos, ofreceremos modelos de generación eléctrica que produzcan ‘cero emisiones’”.
Se trata de un proyecto ambicioso que está dando sus frutos. “Tesla está experimentando un crecimiento exponencial en toda Europa”, señala Vastert. A medida que aumenta su cuota de mercado, las previsiones de producción para los próximos años se cuentan por cientos de miles de vehículos. “Ya en julio de 2015 los conductores de vehículos Tesla recorrieron más de 20 millones de kilómetros”.
Dirigir un crecimiento de estas características supone para Vastert mantenerse firme en un rumbo muy claro. “Por supuesto que es muy importante desarrollar una estrategia correcta desde el principio. Pero resulta decisivo tener un claro sentido de misión. En Tesla, todo lo que hacemos se fundamenta en nuestra misión.”
Ampliando los límites
“Hemos desarrollado una verdadera alternativa al motor de combustión. Tesla lidera la innovación en movilidad y amplía los límites de lo que los automóviles son capaces de realizar. Además, estamos cambiando las percepción acerca de los vehículos eléctricos”.
“Para nosotros –señaló Vastert– es tan decisiva la sostenibilidad como la propuesta de valor que se ofrece”.
“Imagine que puede conducir sin ningún coste: precisamente esto es lo que ofrecemos a los consumidores. Contamos con una infraestructura energética sostenible y la estamos aplicando para lograr un paso adelante en la simplificación del diseño, que permitirá una enorme mejora en mantenimiento y conservación”.
Innovación en código abierto
La tecnología de código abierto y la colaboración constituyen elementos clave de la transformación digital, también para el sector financiero.
Mariona Vicens, Directora de Innovación en CaixaBank, habló sobre organizaciones ‘fintech’, nuevos actores que desarrollan la tecnología para aumentar la eficiencia de los servicios financieros.
“Parte de nuestra misión es compartir lo que hacemos, y no aislarnos. Nuestra empresa es joven, con mentalidad de startup y con un objetivo claro. Creemos en la apertura de las patentes y animamos a todos a participar y a prescindir de cualquier tipo de barrera.”
Los bancos tradicionales se asocian cada vez más con ‘fintechs’, señala Vicens, para mejorar sus servicios y alcanzar mercados desatendidos.
Pero la innovación no viene únicamente de estas colaboraciones, señaló, sino que se fundamenta en una mayor transparencia, característica que define el modelo ‘fintech’ y una enorme mejora para un sector que todavía lucha con graves problemas de reputación.
“Con el avance de la tecnología digital y de los teléfonos inteligentes, numerosas empresas de reciente creación entran en el mercado y ocupan cada vez más cuota de mercado. Estas empresas apremian al sector a presentar una mayor transparencia, una mayor personalización y una reducción de los costes”.
El intercambio de conocimientos y experiencias producirá cambios positivos en aspectos que afectan a todo el sector, como el riesgo, la regulación y, por supuesto, la reputación.
“Los bancos tradicionales tienen mucho que aprender de los nuevos modelos,” señaló Vicens.
Lecciones de las organizaciones sin ánimo de lucro
Dina Medland, colaboradora de Forbes, moderó un panel sobre el flujo y el intercambio de experiencias entre entidades, que puede y debe darse también entre los diferentes sectores.
Sally Burnheim, de Unicef, Jan Levy (MBA 2001), Director General de Three Hands, y Truus Huisman, de Unilever, analizaron cómo pueden trabajar las grandes empresas con las entidades sin ánimo de lucro y con empresas sociales para lograr una gran eficacia.
“Unicef trabaja en la vanguardia de la comprensión de las necesidades de la población”, señaló Burnheim. “Y por supuesto, al desarrollar los productos y servicios que la gente necesita, se generan oportunidades empresariales.”
Huisman se mostró de acuerdo: “En Unilever aprovechamos nuestro trabajo con organizaciones sin ánimo de lucro para identificar oportunidades y desarrollar nuevos modelos de sostenibilidad. Las ONG nos ayudan a diseñar fórmulas que permitan escalar e impulsar una innovación de gran alcance. Y desde una perspectiva más amplia, se trata de un enfoque que dota de sentido a la empresa: al fin y al cabo, solamente tenemos un planeta”.
“Las marcas sostenibles de Unilever experimentan un crecimiento considerable” –añadió– y ya generan el 50 por ciento del crecimiento de la compañía”.
Jan Levy desafió la exclusividad del concepto de “giving back” para el tercer sector cuando apostó por “una relación completamente equitativa entre la empresa y la comunidad”.
“Las empresas pueden innovar –y de hecho ya lo hacen– estudiando el impacto social con la información que proporcionan las entidades sin ánimo de lucro. Pero la ecuación debe ampliarse –afirmó. “Creemos que la empresa tiene el deber de actuar correctamente con todos: desde accionistas, empleados, clientes y con toda la comunidad”.