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El 42% de los médicos se sienten menos preparados para afrontar una segunda oleada de la pandemia
Primeros resultados del estudio “Impacto de la COVID-19 sobre la salud de los profesionales sanitarios”
El 31% de los profesionales que no cuentan con el apoyo de un equipo afirman que se enfrentan a conflictos éticos con frecuencia.
Foto: IESE
8 de octubre de 2020
La pandemia del COVID-19 está teniendo un enorme impacto en la salud física y emocional de la población general. En el caso de los profesionales de la salud, el estrés diario en primera línea asistencial, la falta de medios, la toma diaria de decisiones difíciles y el miedo al contagio les convierte en un colectivo especialmente vulnerable.
En plena pandemia, los datos preliminares del estudio “Impacto de la COVID-19 sobre la salud de los profesionales sanitarios” – elaborado por la profesora del IESE Núria Mas y la profesora del IEB-UB Judit Vall en colaboración con la Fundación Galatea y el CoMB – constatan que la actual crisis sanitaria ha empeorado considerablemente la salud física y mental de los profesionales sanitarios.
El impacto ha sido tan grande que el colectivo se siente en estos momentos más cansado y menos preparado para hacer frente a una posible segunda oleada de la pandemia. Así lo afirman hasta el 42% de los profesionales.
El agotamiento de los profesionales sanitarios se hace evidente en otro de los datos más relevantes del estudio: el 24% afirman que en los últimos meses se han cuestionado si seguir ejerciendo la profesión. De estos, solo el 2% consideran esta opción de manera más seria.
Síntomas de deterioro y colectivos más afectados
La encuesta constata el empeoramiento de la salud física y mental de los médicos a partir de varios indicadores: frecuencia con la que experimentan agotamiento físico y emocional, cefaleas, dolor de estómago o dolor de espalda; así como su capacidad para hacer frente a los problemas, entre otros.
El estudio detecta que hay determinados colectivos que muestran peores indicadores de salud: los médicos que trabajan en la atención primaria, los que trabajaron en la UCI y en servicios de urgencias y los que decidieron confinarse durante los meses más duros de la pandemia.
El trabajo en equipo como elemento protector
Uno de los aspectos más positivos que revela este estudio es el papel de los equipos como elementos protectores de la salud y del bienestar de los profesionales de la salud. Aquellos que trabajan en equipos donde se comparten objetivos y donde existe un sentimiento de pertenencia reportan mejores indicadores de salud física y emocional que el resto. También se enfrentan a menos conflictos éticos y menos estrés en su actividad diaria, ya que las decisiones y los problemas se afrontan de manera compartida.
Según la encuesta, hasta un 31% de los profesionales que no cuentan con el apoyo de un equipo afirman que se enfrentan a conflictos éticos con frecuencia, un porcentaje que baja hasta el 24,5 % entre los profesionales que sí se sienten integrados y apoyados por un equipo.
Recomendaciones generales
Los resultados del estudio permiten a los autores formular unas recomendaciones generales orientadas a mejorar la salud de los profesionales sanitarios, reduciendo factores de riesgo y promoviendo la actividad preventiva:
- Reformar el actual sistema de salud. Aumentar la suficiencia de recursos humanos y económicos, dotar de más autonomía a los profesionales y a los equipos, y ofrecer formaciones para gestionar el estrés y la toma de decisiones complejas.
- Priorizar la salud de los profesionales sanitarios. Las autoridades sanitarias deben ofrecer la atención adecuada, tanto a nivel asistencial como de prevención y promoción de la salud.
- Promover la formación. Mejorar la preparación de los profesionales para gestionar las emociones y el estrés en situaciones complejas.
- Apoyar y fomentar la cohesión de los equipos. Facilitar y mejorar su funcionamiento, ya que son uno de los principales elementos protectores del sistema.
Los datos preliminares de este estudio se basan en una encuesta que respondieron 1.648 profesionales sanitarios de Cataluña entre julio y agosto de 2020.