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Los cinco motores del éxito de BMW
Hubert Schurkus nos desvela los secretos de la innovación
Según Hubert Schurkus (segundo empezando por la izqda.), de BMW, la innovación depende de la capacidad de ir a la par de los clientes y las tendencias / Foto: Edu Ferrer
13 de marzo de 2015
“Ser siempre líderes en innovación: ese es nuestro objetivo. Y, para lograrlo, debemos transformar los retos en oportunidades y crear modelos de negocio competentes”.
Hubert Schurkus es director de Recursos Humanos corporativos, estrategia y objetivos del gigante del automóvil BMW. Según él, la innovación mantiene a la empresa a la delantera de un mercado competitivo que cambia a una velocidad de vértigo. Ahora que BMW se prepara para celebrar su primer centenario en el sector automoción, todo parece indicar que la compañía sigue por el buen camino.
Esta directivo se ha reunido con los alumnos del programa MBA del IESE en el campus de Barcelona para hablarles sobre el “inquebrantable compromiso con la buena calidad y la curiosidad ilimitada” sobre los que se basa la innovación en BMW. Schurkus hizo hincapié en cinco factores clave del crecimiento.
Seguir el ritmo de ciclos estratégicos más cortos
Schurkus opina que los ciclos estratégicos son cada vez más cortos. Por eso, para estar a la delantera del sector, hay que tener muy claros los objetivos y adoptar un enfoque integrador, flexible y global que permita plantear determinadas estrategias.
“El objetivo de BMW es ser un proveedor líder de productos y servicios de altísima calidad en el ámbito de la movilidad individual”, declara. “Tenemos muy claro qué queremos lograr. Lo excepcional de nuestra forma de plantear estrategias es que no se trata de un proceso aislado. No consiste en reunir a 10 personas para que hagan una propuesta”.
BMW adopta un enfoque a 360 grados que, según Schurkus, “involucra personalmente a nuestros directivos y ejecutivos, quienes realizan aportaciones significativas de forma regular. Analizamos las tendencias, utilizamos al máximo nuestros recursos y realizamos estudios en profundidad sobre nuestros clientes”.
Ir a la par de los clientes… y las tendencias
La innovación se basa en la elección del momento oportuno, afirma Schurkus. Y esto significa entender bien el comportamiento de los clientes y reconocer las tendencias. Schurkus señala el caso de Blackberry y Kodak, que por no saber escoger el momento adecuado perdieron la oportunidad de explotar las tendencias y de crecer. Otro ejemplo es Nokia, que no supo aprovechar la tendencia del cambio de los móviles tradicionales por smartphones.
Mantenerse al día de las tendencias es vital, dice Schurkus. Por ejemplo, la nueva normativa de la UE sobre emisiones de carbono cambiará el panorama productivo: para 2025 se prevé que las emisiones sean de 60-70 gramos por kilómetro. Los fabricantes tendrán que tenerlo en cuenta en su estrategia y fabricar coches más sostenibles.
Otra de las tendencias que destacó es la disminución de conductores y propietarios de automóviles.
“Aunque la movilidad individual sigue siendo una prioridad, el número de conductores en países como Japón, Estados Unidos y Alemania se está reduciendo. Hay que mantener una orientación clara al cliente y mostrar la máxima flexibilidad posible, puesto que el comportamiento de los usuarios cambia continuamente”.
Aprovechar la conectividad y la posibilidad de compartir
En respuesta a las tendencias en el ámbito de la movilidad y la conectividad, BMW ha presentado recientemente DriveNow, un programa para compartir automóvil que conecta a 300 clientes de varias ciudades del mundo con los automóviles de BMW. Se trata de un servicio innovador que otros actores del sector han acogido con cierto escepticismo.
“La innovación no garantiza el éxito, pero hay que aprovechar las tendencias al máximo, y a tiempo. El sector de la música ha pasado de las compras al uso, y los rezagados se quedan atrás. El mundo cambia con o sin nosotros, por lo que tenemos que ser proactivos”.
Un compromiso firme con la innovación
La “megatendencia” de 2007 fue la sostenibilidad, según Schurkus. El coche eléctrico de BMW, el i3, se lanzó al mercado como respuesta a la demanda de automóviles más limpios. Sin embargo, afirma que la decisión no fue instintiva, sino meditada.
“El i3 se concibió como un automóvil para la fabricación en serie, no como un prototipo que había que presentar en el Salón del Automóvil de Ginebra. Nos obligó a pensar con originalidad. Era una buena oportunidad para crear un vehículo 100 % libre de emisiones, fabricado con materiales sostenibles y reciclable en un 95 %. Para BMW, era la oportunidad de convertirse en pionero en el ámbito de la movilidad eléctrica”.
Cuando las ONG analizaron el i3, comprendieron que ese automóvil representaba una parte genuina de la estrategia y el compromiso de BMW, cuenta Schurkus.
“No fabricamos coches sostenibles para ser políticamente correctos o convertirnos en una empresa más verde. Lo que realmente queremos es definir el futuro, y esa es la diferencia”.
Personas que marcan la diferencia
De acuerdo con Schurkus, la clave del éxito de BMW en el ámbito de la innovación son las personas. “Sin talento no se puede innovar”.
Para él, la cultura de BMW de reconocer las tendencias y ser flexible está vinculada con las capacidades de sus trabajadores. Independientemente de los avances tecnológicos que puedan producirse, son las personas las que desarrollan estrategias, fabrican los automóviles e inspiran a los clientes para que los compren.
“Hay que encontrar a los empleados adecuados, con la mentalidad apropiada y la pasión necesaria para liderar el futuro”.