Noticias
“Es fácil quedarte anclado en tu manera de hacer las cosas”
Calaf Grup: tres generaciones de éxito y de aprendizaje continuo
Joan y Míriam Pujol forman parte de la tercera generación de directivos de Calaf Grup.
Foto: Diana Navas
24 de mayo de 2019
Los logros de la familia Pujol al frente de Calaf Grup son más fáciles de entender cuando se echa la vista atrás. “Hemos encontrado contratos datados de 1901”, recuerda Míriam Pujol (PDD ’11), CEO del grupo. Su abuelo Joan Pujol, hijo y nieto de constructores, fundó la empresa hace más de medio siglo, y desde entonces no ha dejado de crecer. La experiencia es un grado y, con los años, el grupo se ha convertido en un ejemplo cuando se habla de empresa familiar.
Basta comprobar cómo navegaron la crisis inmobiliaria para darse cuenta de que sus logros no son casualidad: cuando todo el sector se encontraba en retroceso, la empresa “aprovechó para crecer, contratar profesionales de gran talento y así poder salir reforzada una vez que la situación empezó a normalizarse”, explica Míriam. ¿Cómo pudo un grupo constructor permitirse el lujo de crecer durante una crisis inmobiliaria?
“Afrontamos la crisis con buena salud gracias al conservadurismo económico de la segunda generación”, apunta Joan Pujol (PDD ’14), director general de la organización. Pero fue la inquietud y el impulso de los jóvenes, que ya asomaban en los puestos de dirección, lo que acabó de convencer a sus predecesores para invertir en tiempos de crisis. Joan forma parte, junto a su hermana Míriam, de la tercera generación de directivos de la organización.
Apoyo generacional
Su padre, Xavier, y su tío, Josep Maria (PADE ’18), lideraron Calaf Grup a través de la innovación continua y el compromiso desde los años 80, pero era el momento de pasar el relevo. La sucesión, un asunto siempre complicado en la empresa familiar, fue sin embargo plácida: “el momento clave fue el nombramiento de un director general externo, Ramón Peñaranda (PADE ’11), persona de confianza de la familia”, con el objetivo de facilitar el proceso. “Este hecho impulsó una profesionalización de la dirección”, razona Joan, añadiendo que Peñaranda “también fue la persona que nos sugirió estudiar en el IESE”.
Aunque sus predecesores han vivido muchos cambios en poco tiempo, no existió un choque generacional, sino más bien lo contrario: “Siempre se han mostrado muy flexibles y respetuosos con nuestras decisiones. Esquivaron el paternalismo, y su mentalidad activa e innovadora les ha impulsado a tomar nuevos roles en la compañía para seguir sumando”, continúa Míriam.
Josep Maria, su tío, se inscribió al PADE del IESE siendo el mayor de su promoción, y lo hizo “por el gusto de aprender y de aportar en la visión y la gestión del Consejo de Administración y del Consejo Familiar”, destaca Míriam. “Me enorgullece y admiro sus ganas de seguir aprendiendo y mejorando para aportar en el negocio”, añade.
Formación para liderar
La pasión de su tío por la educación no era una novedad en la familia. De hecho, en Calaf Grup se considera una herramienta esencial para el éxito de la empresa: “Contamos con un gran equipo de especialistas y nosotros debemos estar a la altura. Por lo tanto, debemos continuar formándonos a medida que vamos asumiendo roles de dirección”, razona Míriam. “En el entorno tan cambiante e incierto en el que vivimos es absolutamente necesario estar abiertos a nuevas ideas y tendencias”, admite, destacando la apertura de miras que le brindó estudiar en el IESE.
“Estos programas te permiten entender mejor, más allá de tu sector o tu negocio, qué está pasando en el mundo. Además, si tu negocio es una empresa familiar y va marchando bien, es relativamente fácil quedarte anclado en tu manera de hacer las cosas. En cambio, la interacción con otros directivos, algunos de ellos también de empresas familiares, te permite el intercambio de experiencias tan necesario para evolucionar”, argumenta.
“En un entorno tan complejo como el actual, la formación de alto nivel es totalmente imprescindible”, enfatiza Joan, para quien el PDD resultó muy útil “a medida que iba asumiendo roles con menos peso técnico y más de gestión, sobre todo en las áreas de personas y gestión financiera”.
En la empresa están tan convencidos de que la formación continua es clave para el éxito, que “actualmente se ofrece a los mandos intermedios la posibilidad de cursar los programas enfocados de IESE, con el ánimo de potenciar sus habilidades de liderazgo”, confiesan.
Más allá de los números
La dedicación a sus empleados ha sido otra de las prioridades dentro del grupo. “Ofrecemos a los empleados lo mismo que queremos para nosotros mismos”, exponen Joan y Míriam. Con este objetivo, y casi sin planteárselo, han aplicado de forma exitosa políticas de conciliación ejemplares.
“Nuestro liderazgo se basa en las personas y en el desarrollo de competencias. Buscamos crear un buen lugar para trabajar para nuestros empleados y proveer una formación y desarrollo continuos. Nuestras oficinas son espacios abiertos y casi no hay puestos establecidos, queremos una empresa creativa y participativa, donde la gente se pregunte las cosas y aporte nuevas ideas”, argumentan.
Su concepción de la empresa es la de una entidad inherentemente ligada a su territorio. De esta forma, Calaf Grup colabora de forma permanente con todo tipo de proyectos e iniciativas sociales en las regiones donde opera, contribuyendo a la dinamización del tejido económico local y al desarrollo del territorio. “La empresa es como un árbol. O regamos el terreno donde estamos arraigados, o moriremos”, concluye Joan.
¿Te interesan las historias de nuestros antiguos alumnos? Suscríbete a la newsletter de Executive Education