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“Europa debe actuar más por su cuenta ”
El director ejecutivo de la Agencia Europea de Defensa insta a la UE a cooperar e innovar
29 de mayo de 2018
Para abordar el terrorismo yihadista, las ciberamenazas y la impredecible política de exteriores de Estados Unidos y Rusia, Europa debe establecer una agenda propia de defensa y seguridad que apueste por una mayor coordinación, financiación e innovación.
Es lo que se deduce de la conferencia que Jorge Domecq, director ejecutivo de la Agencia Europea de Defensa, impartió a los alumnos del MBA en el campus de Barcelona en el marco de las Global Leadership Series.
Según Domecq, la Unión Europea, ahora más que nunca, debe forjar su propia estrategia de defensa, sin depender en todo momento de los Estados Unidos: “Europa debe actuar más por su cuenta, y asumir una responsabilidad mayor en cuanto a su propia seguridad y defensa regional”. Si bien la OTAN y los EE. UU. son referentes insoslayables, conflictos recientes como los de Ucrania y Libia, unidos a la particular naturaleza del terrorismo en Europa, obligan a la región a actuar por cuenta propia.
En su opinión, el punto de partida pasa por reforzar la cooperación entre los estados miembros. Entre 1960 y 1990 abundaron los programas conjuntos de defensa en la UE, pero disminuyeron con el final de la Guerra Fría y la disolución del Pacto de Varsovia.
Para garantizar su fuerza como potencia mundial, así como la seguridad de sus ciudadanos, Europa debe establecer políticas y maniobras de defensa comunes. En sus palabras, “una de las cuestiones vitales en Europa es el incremento de la cooperación”.
Un hito esencial fue el establecimiento de la Cooperación Estructurada Permanente (CEP) en diciembre de 2017, bajo cuyo paraguas 25 países de la UE se comprometieron a aumentar la cooperación en materia de seguridad y defensa. Dicha cooperación debe materializarse de diferentes maneras, desde la estandarización del equipamiento hasta maniobras conjuntas, pasando por la rapidez en la toma de decisiones para dar respuestas políticas.
Domecq sentencia: “el problema no estriba en la escasez de recursos militares, sino en la forma de compartirlos y utilizarlos. Tenemos que invertir más, pero sobre todo mejor y todos a una”.
La financiación y la innovación son claves
Para disponer de unas fuerzas armadas sólidas los miembros deben invertir de forma sostenida. En las últimas décadas Europa se ha situado a la cola de países como Estados Unidos y China en cuanto a inversión en defensa, si bien los presupuestos han empezado a recuperarse en los últimos años. Además, gracias al lanzamiento en junio de 2017 del Fondo Europeo de Defensa, la UE ha empezado a financiarse a este respecto.
Parte de este gasto debe invertirse en innovación. “La investigación y la tecnología son claves en cualquier defensa moderna”. Esto obligará a trabajar ocasionalmente con empresas nuevas en el sector y con industrias civiles, en campos como la robótica o el Internet de las cosas.
La relación no siempre será fácil, ya que la cultura y el método de trabajo de la mayoría de ministerios de defensa son muy diferentes de los de una start-up. Para su utilización potencial en un conflicto, las nuevas tecnologías deben ser infalibles y ajustarse fielmente a las especificaciones de las fuerzas armadas. Las empresas deben sostenerse durante décadas. Los requisitos de seguridad son extremadamente restrictivos.
Estados Unidos invierte unos 73.000 millones de dólares en innovación tecnológica, frente a los 9.000 dedicados por Europa. Domecq afirma que Europa debe reforzar la apuesta por la innovación y sacar mejor partido a los recursos ya disponibles. “Gastamos demasiado en personal y poco en innovación, pero lo peor es que no invertimos sabiamente”.
Domecq alabó los recientes avances en materia de defensa de Europa, pero cree que todavía falta mucho por hacer. “La recomposición de la defensa de Europa ha empezado, pero queda mucho camino por andar”.