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El camino menos transitado
Tras graduarse del GEMBA, Karin y Mike Nemec han elegido una trayectoria más global
Foto: Karin & Mike Nemec
22 de enero de 2019
Después de cursar el Global Executive MBA, las vidas de Karin Nemec (GEMBA ‘11) y Mike Nemec (GEMBA ‘11) cambiaron más de lo que ellos esperaban. Para esta pareja, que se conoció en el IESE, el programa supuso el inicio de intenso viaje conjunto.
“Sin la experiencia del GEMBA, no seríamos la familia global que somos hoy en día y no habríamos elegido el camino menos transitado”, afirma Karin. Y añade: “Siempre decimos que vivir en distintos países nos permite vivir muchas vidas en una sola. Enriquece nuestra visión del mundo, y a través de esta experiencia, nos convertimos de algún modo en mejores personas”.
Trayectorias profesionales aceleradas
Tanto Karin como Mike tenían una carrera profesional en pleno crecimiento cuando decidieron acudir al IESE para mejorar sus conocimientos sobre dirección de empresas y entorno global.
Karin, que procede de Estonia, era responsable de productos corporativos del banco sueco Swedbank en la capital de su país, Tallin, cuando se inscribió en el programa en 2010. Era miembro del Consejo de Administración de dos de sus filiales, Swedbank Leasing y Swedbank Fleet Management. De hecho, se convirtió en la primera mujer que alcanzaba la dirección de la banca corporativa en el Swedbank a los 33 años de edad.
Mientras, Mike, de Canadá, había arrancado su carrera en Magna Powertrain en Toronto. Cuando empezó el programa, justo había hecho el cambio a Europa, ya que estaba trabando como global product manager de la empresa en Steyr, Austria.
Primera parada: Shanghái
Tras acabar el programa, Mike y Karin se casaron el 3 de marzo de 2012, y se inició su aventura global. Pronto se trasladaron a Shanghái, en China, donde Mike se convirtió en el director de Program Management en Asia de su empresa, liderando a los Program Managers al frente de los equipos de China, Corea del Sur e India.
“Durante un módulo del Global Executive MBA, tuvimos una reveladora estancia de dos semanas en China, lo que nos ayudó a ver el país y las oportunidades que ofrecía desde una perspectiva positiva”, explica Mike.
En los cinco años que vivieron en Shanghái, la pareja tuvo dos hijos. Y pronto Karin decidió lanzar su propia start-up, ZeroToOne, dedicada a acelerar el crecimiento de tecnologías innovadoras. La empresa invierte en start-ups que buscan un cambio positivo en el mundo. La familia dedica una parte de su inversión, además de la dedicación de Karin, a identificar start-ups que sean viables y a ayudarles a conseguir sus objetivos.
“Creo firmemente en el poder de las finanzas para hacer que las cosas sucedan”, afirma Karin. “Invertir para conseguir beneficios y destinar una parte a iniciativas con impacto es la mejor manera de invertir racionalmente. De este modo, generas ingresos pero a la vez consigues marcar la diferencia a través de la inversión en el cambio que te gustaría ver en el mundo”.
De vuelta a Europa
En 2016, la familia regresó a Europa – esta vez cerca de Frankfurt, en Alemania, donde Mike ocupó el cargo de director senior de ingeniería en Magna Powertrain. Lidera un equipo global de 400 ingenieros situados en Norteamérica, Asia y Europa.
“Desde que acabé el GEMBA, me han promovido tres veces a posiciones de más responsabilidad”, explica Mike. “Siete años después de la graduación, valoro mucho el conocimiento y habilidades específicas de finanzas. Recientemente nuestra empresa experimentó un proceso de compra y adquisición y los conocimientos que adquirí en la clase de finanzas corporativas me fueron muy útiles, ya que formé parte del equipo de desinversión”, afirma. Gracias a las clases del Prof. Rahnema pudo añadir valor a las discusiones durante el proceso de negociación, reconoce.
Para Karin, alejarse del entorno corporativo para iniciar su propio proyecto ha valido mucho la pena. “Opté por empezar algo por mí misma y buscar maneras de tener un impacto positivo que vaya más allá de mi propia existencia”, explica. “He encontrado una manera de contribuir con lo mejor de mi conocimiento, patrimonio y red de contactos para ayudar a solucionar algunos de los problemas importantes de nuestros días”.
Y añade: “Estoy convencida que debemos reducir los reproches sobre nuestra vida al mínimo. Pero todavía veo más importante ampliar al máximo la alegría y la felicidad. Viviendo más allá de nuestra propia existencia, causando un impacto positivo en las personas y el planeta, llenamos nuestras almas y es la base para una vida bien vivida – al menos para mí”.