La confianza entre el consejo de administración y el equipo directivo, clave en tiempos de incertidumbre

La buena relación entre el consejo de administración y el equipo directivo es clave para que la empresa se pueda llevar a cabo su estrategia corporativa en cualquier momento, pero aún es más importante en momentos de incertidumbre como el actual.

Este fue el hilo conductor de la Conferencia de Corporate Governance del IESE organizada por el Center for Corporate Governance del IESE y el European Corporate Governance Institute (ECGI), con el patrocinio del Social Trends Institute.

La conferencia reunió a expertos académicos en gobierno corporativo, CEOs y presidentes de grandes empresas europeas en el nuevo campus de la escuela en Madrid. Entre ellos, ponentes de referencia académica como el premio Nobel de Economía Bengt Holmström, el profesor de la Oxford University Colin Mayer, el profesor de la University of Utah Jay Barney o el profesor de la London Business School Ioannis Ioannou.

Interacción frecuente, la base del buen gobierno

“La clave en la relación entre el consejo de administración y el equipo directivo es la interacción. Sobre todo para asegurar que no nos dejamos nada. En un contexto de incertidumbre es importante que esta interacción exista a menudo, no solo una vez al año”, dijo Tobías Martínez, CEO de Cellnex.

Por su parte, el profesor de la University of Utah Jay Barney recomendó a los CEOs seguir tres estrategias para mejorar la relación con el consejo: “Permanecer cercanos a los stakeholders para estar al día de los problemas; enfocarse cada vez en un solo grupo para centralizar los esfuerzos y minimizar los tiempos de respuesta; y, tercero, no olvidarse de los accionistas”.

En este sentido Risto Siilasmaa, ex presidente de Nokia, confirmó que la relación entre el consejo y el equipo directivo se tiene que basar en la confianza: “Tenemos que repensar el concepto de gobierno corporativo y hacerlo más atractivo”.

Margarethe Wiersema, profesora de la Universidad de California, explicó cómo el activismo afecta a los consejos: “Para contrarrestar la amenaza de los inversores activistas, los consejos deben ser más proactivos y estar en el día a día de la estrategia. También es importante la comunicación con los inversores institucionales”.

Digitalización

Bengt Holmström, premio Nobel de Economía y profesor de MIT, habló sobre la digitalización en los consejos de administración. “El tsunami está en camino, los consejeros tienen que estar atentos, la digitalización cambiará la estrategia corporativa de las empresas”. Según Holmström los consejos deben estar más implicados en la estrategia, “necesitamos un cambio de mentalidad”. El premio Nobel explicó el caso de Apple y cómo el consejo de esta empresa jugó un papel importante ayudando a Steve Jobs a ver la importancia de la digitalización.

La sostenibilidad entra en el consejo

Sophie L´Helias, presidenta de LeaderXXChange, comentó que los consejos deben asegurarse de que cuando hablamos de propósito “está realmente integrado en la estrategia. La estrategia es operativa y debe integrar la gobernanza, los factores ambientales y sociales, así como los factores financieros”.

“Los consejos de Administración deben asegurarse que se establece la estrategia sostenible de la compañía, y además que esta estrategia se establece a largo plazo”, afirmó Denise Kingsmill, miembro del consejo de administración de Inditex.

Por su parte, Jean-Pascal Tricoire, presidente de Schneider Electric expuso que es imprescindible tener tu propia agenda sostenible. “La sostenibilidad cambia el propósito de tu compañía”.

“La sostenibilidad es muy compleja, nadie puede hacer todo pero todos deben hacer algo, el partnership es la forma de llevarlo a cabo”, expresó Juvencio Maeztu, director adjunto de Ingka Ikea.

Velocidad para gestionar la incertidumbre

Para Francisco Reynés, presidente de Naturgy, “la pandemia nos ha ayudado a movernos más rápido. Ahora ya somos conscientes de que una gran crisis puede suceder en cualquier momento. La empresa puede sobrevivir con procedimientos mucho más simples. Somos más eficientes en nuestra forma de trabajar y confiamos más en la tecnología”.

Reynés además aboga por volver a las reuniones presenciales: “Odio Zoom porque reduce mucho el contacto humano. Para las decisiones fáciles es menos importante, pero Zoom no puede sustituir una discusión cara a cara muy importante, cuando se requieren diferentes puntos de vista”.

En la misma línea se pronunció Renée Adams, profesora de la Universidad de Oxford: “En las reuniones virtuales la gente aparece más pero pregunta menos. Hay más presencia pero menos implicación”.