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¿Cómo afecta la densidad digital a tu sector?
Sandra Sieber propone un modelo para anticiparse
Sandra Sieber, directora del Departamento de Sistemas de Información: “El IESE trabaja en la definición de modelos que permitan prever el impacto que una mayor densidad digital puede tener sobre la transformación digital.” / Foto: Juan Ude
20 de enero de 2015
Uber, Airbnb y Hailo son nombres que están transformando sectores enteros. Pero la velocidad del cambio y el nivel de transformación dependerán del grado de densidad digital de cada industria.
El concepto de densidad digital —acuñado por el Departamento de Sistemas de Información del IESE—, se define como “el número de conexiones, interacciones e información realizadas a través de tecnologías digitales por unidad de actividad social”, ya sea ésta una persona, una familia, una organización, un mercado o el planeta entero. Lo explicó Sandra Sieber, profesora del IESE, en la sesión del programa de continuidad Transformación Digital: ¿Qué podemos aprender de 2014? ¿Qué nos deparará 2015?.
Sectores en transformación
Es un hecho constatado que el aumento de densidad digital tiene un impacto directo sobre la configuración y la dinámica operativa de ciertos sectores.
Según Sandra Sieber, este efecto tiene dos vertientes. Por un lado, redefine la proposición de valor básica para el cliente: cosas que antes no eran posibles, ahora sí lo son.
Por otro lado, reduce las barreras de entrada a un sector, ya que gracias a la consumerización de la tecnología reduce drásticamente el coste medio para una empresa de establecerse en un mercado. Así, el aumento de la densidad digital favorece la irrupción de nuevos jugadores (particularmente startups) con modelos de negocio innovadores. Estos pueden alterar significativamente las reglas del juego de un sector e incluso llegar a suponer una amenaza para los operadores incumbentes.
Lo hemos visto, y lo estamos viendo, en sectores como el del transporte privado (Uber, Hailo, Google Car…), el de mercancías (con Amazon y sus drones), el de los alojamientos y los alquileres vacacionales (Airbnb), o el financiero (triunfan los modelos de préstamos entre particulares o P2P como los de Lending Club o SoFi).
Y esto es solo el principio: “cualquier bien de capital que tenga mucha capacidad ociosa es susceptible de generar un mercado en digital para ser compartido”, sentenció la profesora Sieber. Es por esto que desde el IESE se trabaja ya en la definición de modelos que permitan analizar y prever el impacto que una mayor densidad digital puede tener sobre los distintos sectores.
¿Cómo prever el cambio?
Un análisis preliminar permite observar algunos rasgos comunes entre los modelos de negocio llamados a hacer temblar los cimientos de ciertas industrias:
- enriquecen la proposición de valor para el cliente,
- son dinámicos y flexibles,
- tienden a la desintermediación y a la democratización del back-end, favoreciendo incluso los modelos de autoservicio, y
- suelen converger hacia una plataforma común.
Aunque todas estas características les auguran un gran impacto, este a menudo se ve limitado en el tiempo, o cuanto menos postergado, por las resistencias que estas empresas tan innovadoras suelen encontrar en la regulación y en el poder de los operadores incumbentes. Aquí podríamos recordar el caso de Uber: una aplicación vetada en España por la presión de los taxistas, pero que funciona muy bien en Nueva York.
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