IESE Insight
Las TIC, clave para trabajar más años
El aumento de la longevidad sumada al descenso de la natalidad y la reducción del número de trabajadores jóvenes hacen insostenibles los actuales sistemas sociales. En un análisis de necesidades, el profesor del IESE Antonio Dávila examina junto con otros investigadores cómo las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) pueden ayudar y motivar a la gente de mayor edad para trabajar más años.
Hasta hace poco jubilarse anticipadamente era algo usual y muchas veces incentivado. Las empresas ofrecían generosas pensiones y paquetes de jubilación a los trabajadores de edad más avanzada para que se retiraran y dejaran paso a los más jóvenes.
Pero todo esto ha cambiado. El envejecimiento de la población es un problema global. Se estima que en el año 2050 un tercio de la población de la UE tendrá 60 años o más. A pesar de que vivimos más tiempo y con mejor salud, los europeos se jubilan a los 61 años, de media.
Las previsiones indican que, debido al descenso de la natalidad, pronto faltarán trabajadores jóvenes en muchos países de la UE. Si no hay suficientes contribuyentes para financiar las pensiones, el impacto del envejecimiento de la población sobre la sostenibilidad fiscal será muy grave. Por tanto, será fundamental para la economía que la gente de mayor edad decida seguir trabajando.
"Goldenworkers" (Trabajadores en la edad dorada) es un nuevo estudio realizado por el profesor del IESE Antonio Dávila, junto con Veikko Ikonen, Ilenia Gheno, Jaana Leikas, Kristiina Kantola y Laia Pujol. Su objetivo es poner de manifiesto la necesidad de mejorar el entorno de trabajo para la población de mayor edad.
El estudio ofrece un detallado análisis de las fuerzas demográficas, sociales, económicas y culturales que conforman las sociedades europeas, y sugiere cómo se podrían utilizar las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en este campo durante los próximos años.
Por qué nos jubilamos
La Encuesta de Salud, Envejecimiento y Jubilación en Europa (Survey of Health, Ageing and Retirement in Europe, SHARE) realizada en 2004, puso de manifiesto que Europa dispone de una gran cantidad de mano de obra que no utiliza; concretamente, personas jubiladas que gozaban de buena salud.
Esta encuesta demostró lo siguiente:
- Los incentivos financieros vinculados a los sistemas de pensiones influyen de manera significativa en la jubilación.
- La mala salud es la principal causa de jubilación.
- Unas buenas condiciones de trabajo y la flexibilidad fomentan una jubilación más tardía.
Además, otros estudios han apuntado lo siguiente:
- Unas habilidades desfasadas y/o niveles de educación bajos aumentan el riesgo de desempleo, un salario bajo y un abandono forzoso del mercado laboral.
- El conocimiento de las TIC está estrechamente vinculado a las posibilidades de encontrar empleo.
- Los operarios que trabajan en entornos de estrés o peligrosos se jubilan antes que los empleados de oficina.
- Un número cada vez mayor de trabajadores de la tercera edad decide fundar sus propios negocios en lugar de incorporarse a una organización que ya existe.
Todo esto hace que una política efectiva deba seguir la estrategia del palo y la zanahoria, con penalizaciones para hacer menos atractiva la jubilación e incentivos que promuevan la permanencia en el mercado laboral.
Medidas como aumentar la edad necesaria para tener derecho a la pensión, ampliar las opciones de jubilación parcial o por fases, y reducir las contribuciones de la Seguridad Social en el caso de los trabajadores de más edad pueden ayudar. Pero también es básico hallar fórmulas para que los trabajadores de edad más avanzada se aprovechen de las TIC.
Además, los entornos laborales tienen que adaptarse. Las empresas, sea cual sea su tamaño, deben garantizar que los lugares de trabajo son seguros, limpios y cuentan con una iluminación adecuada y un diseño ergonómico.
Abajo los mitos
La discriminación por motivos de edad es una de las principales barreras para contratar a trabajadores mayores, aunque el estudio muestra que entre jóvenes y mayores no existen diferencias relevantes que expliquen este prejuicio.
Aunque la capacidad para realizar trabajos físicos y algunas funciones mentales pueden verse reducidas con la edad, otras capacidades mejoran.
En general, los trabajadores mayores son considerablemente mejores que los jóvenes en cuanto al uso de la lengua, el control de las emociones y el procesamiento de problemas complejos en situaciones extremas. También se supone que son más rigurosos, seguros de sí mismos y fieles.
Las TIC y los mayores
La tecnología está evolucionando a gran velocidad, mucho más rápido que nosotros, y se espera que siga transformando la manera en que trabajamos.
Como las sociedades europeas dependen cada vez más de las TIC e Internet, la brecha digital supone un riesgo para las personas de edad más avanzada y puede excluirlas tanto de la comunidad como del mercado laboral. Eliminar esta brecha debe constituir una de las principales prioridades de las políticas públicas.
Por desgracia, las herramientas de las TIC no se han diseñado con los usuarios de mayor edad en mente. La mayoría de dispositivos requieren coordinación visual y manual, buena vista y oído, y dedos ágiles.
Mientras que los adolescentes tardan dos minutos en habituarse a un nuevo móvil, las teclas pequeñas, los menús complicados y las fuentes de reducido tamaño pueden suponer todo un reto para los más mayores.
Como consecuencia, muchos de ellos no se sienten suficientemente hábiles para lidiar con la tecnología, algo que puede generar una baja autoestima y falta de confianza en sí mismos.
Los retos del diseño
Los autores ofrecen una visión general de las estrategias necesarias para desarrollar innovaciones en el terreno tecnológico que respondan al envejecimiento de la población.
La informática emotiva, la inteligencia ambiental y artificial, la bioelectrónica, la informática en la nube, la robótica y la realidad virtual aumentada (RVA) son campos que podrían influir en la vida de los trabajadores de edad más avanzada. Sin embargo, toda esta tecnología debe concebirse de forma que resulte más accesible.
Esto es especialmente importante para los trabajadores más mayores, ya que para ellos puede resultar complicado adaptarse a nuevas formas de trabajo.
Formación continua
A fin de incrementar sus posibilidades de encontrar empleo, los trabajadores de edad más avanzada deben considerar la formación continua y el reciclaje constante de sus habilidades.
Por su parte, las organizaciones, sea cual sea su tamaño, tienen que adaptar la formación a las necesidades de la población de esta edad.
Además, se debería fomentar activamente el intercambio de conocimientos entre trabajadores, no solo cuando se colabora en un proyecto en concreto, sino también para garantizar que los conocimientos vitales no se pierden tras la jubilación de un trabajador.
Las herramientas basadas en las TIC influyen en todos los ámbitos, desde la comunicación a la coordinación y la productividad en el trabajo. Pero además han alcanzado un importante grado de madurez. Es hora de que quienes los diseñan empiecen a pensar que sus usuarios también se han hecho mayores.