IESE Insight
Urgen reformas para un sistema financiero frágil
La banca digital y las redes sociales están desafiando las regulaciones bancarias vigentes, proponiendo medidas para prevenir futuras crisis.
En marzo de 2024, varios bancos, incluido un destacado prestamista de la industria tecnológica de Silicon Valley y otro de relevancia mundial, colapsaron cuando los clientes retiraron apresuradamente sus ahorros, agravando la situación de las instituciones financieras ya debilitadas por las subidas de tipos de interés. Desde la crisis financiera de 2008 no se había presenciado una quiebra de tal magnitud. La situación fue tan crítica que los bancos centrales y los actores más importantes del sector bancario inyectaron cientos de miles de millones de dólares en el sistema para estabilizarlo.
Estos sucesos han reavivado las preocupaciones sobre la estabilidad del sistema financiero, subrayando cuestiones críticas relacionadas con el comportamiento de los depósitos y los riesgos asociados a los tipos de interés. También se ha demostrado la fragilidad de depender en gran medida de depósitos no asegurados en una era en la que la banca digital permite retiradas de efectivo mucho más rápidas. Lo más significativo es que ha quedado en entredicho la normativa establecida tras la crisis de 2008, resaltando la necesidad de revisar y fortalecer las regulaciones vigentes.
¿Siguen vigentes estas normas en la nueva era digital? ¿Han quedado obsoletas las reglas bancarias debido a la banca digital y las redes sociales? ¿Qué papel desempeña la política monetaria? Un nuevo informe examina estas cuestiones y explora cómo la regulación bancaria puede prepararse para futuras crisis. Banking Turmoil and Regulatory Reform reclama medidas proactivas para salvaguardar la estabilidad financiera, mitigar los riesgos sistemáticos y garantizar la solidez de la regulación y las prácticas de supervisión del sector bancario a la luz de las crisis recientes.
El sexto informe de la serie de la Iniciativa Bancaria del IESE –dirigido por el profesor del IESE Xavier Vives y firmado por Viral Acharya (Stern School of Business de la Universidad de Nueva York), Elena Carletti (Universidad Bocconi) y Fernando Restoy (Banco de Pagos Internacionales)– reúne a académicos, reguladores y el sector privado. El informe ha sido publicado por el Centro de Investigación en Política Económica (CEPR) de Reino Unido.
Las necesitadas reformas de la regulación bancaria
La quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) y el colapso de Credit Suisse han demostrado la vulnerabilidad del sector bancario. La rápida retirada de depósitos no asegurados en medio de las subidas de los tipos de interés facilitados por la digitalización y la reversión de la expansión cuantitativa (QE, por sus siglas en inglés) han expuesto importantes problemas de liquidez y solvencia. Estos incidentes sugieren que las medidas de regulación y supervisión existentes pueden no ser lo suficientemente sólidas para abordar la velocidad y la escala de las crisis financieras modernas.
En respuesta de la crisis de 2008, se introdujeron las reformas de Basilea III, entre 2010 y 2020, con el objetivo de fortalecer la regulación del sector bancario y mejorar la estabilidad financiera. Si bien los fallos de 2023 no se debieron al diseño normativo, sí pusieron de manifiesto su deficiente aplicación a nivel mundial. Muchos supervisores conscientes de los problemas tardaron en reaccionar, dejando al descubierto vacíos en los marcos de intervención temprana y en las capacidades de ejecución.
La crisis avivó la necesidad de adoptar enfoques coherentes y disciplinados, especialmente en la gestión del riesgo de tipos de interés y regulación de liquidez, para tratar de manera eficaz los riesgos sistémicos en todas las jurisdicciones. Un vacío contable, conocido como filtro AOCI, permite sobrevalorar el capital regulatorio, al no reflejar las pérdidas por inversiones (lo que contribuyó a la caída de SVB). Eliminar el filtro AOCI y aplicar requisitos de riesgo de tipos de interés coherentes en todos los bancos podría mitigar estos problemas en el futuro.
También es necesario revisar la ratio de cobertura de liquidez, en concreto las tasas de salida de depósitos. Introducir un complemento del Pilar 2 para los activos líquidos de alta calidad podría proporcionar un colchón adicional en tiempos de crisis, otorgando a los supervisores más tiempo para responder de manera eficaz.
En la actualidad, las noticias se propagan con rapidez en las redes sociales, lo que afecta a la forma en que se maneja la liquidez y los plazos de vencimiento en el sistema financiero. A su vez, ha aumentado la relevancia de los intermediarios no financieros que no son bancos, como fondos de inversión o compañías de seguros, y la demanda de liquidez instantánea. Debido a estos cambios, es esencial reevaluar las ratios de cobertura de liquidez, las operaciones de los bancos centrales y la eficiencia de los sistemas de seguro de depósito.
Gestión de las quiebras bancarias
La crisis financiera mundial provocó la aparición de nuevas herramientas y marcos para manejar la quiebra de bancos, como el instrumento de recapitalización, introducido por el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés). Este instrumento permite que los bancos en apuros conviertan parte de su deuda en capital, en lugar de recibir rescates externos. Sin embargo, la implementación de estas medidas no ha sido uniforme en todas las regiones supervisadas por el FSB, lo que genera diferencias entre lo que se pretende con la normativa y su aplicabilidad. Aunque las recientes quiebras bancarias se resolvieron fuera de estos marcos, pusieron de relieve la necesidad de contar con herramientas de resolución más efectivas y flexibles, además de un apoyo externo para gestionar estas situaciones.
Los planes de resolución deben incluir una combinación de estrategias en lugar de depender de un único enfoque. Cuando los mecanismos de respaldo y los marcos de resolución funcionan conjuntamente, se puede reducir la necesidad de rescates completos a los bancos en quiebra. Además, es fundamental que todos los bancos que tienen el potencial de afectar al sistema financiero cuenten con un plan de resolución adecuado. Esto asegura que, en caso de problemas, haya medidas claras y efectivas para manejar la situación sin desestabilizar el sistema en general.
La UE ha marcado un avance importante, dado que la Gestión de Crisis y Seguros de Depósitos (CMDI, por sus siglas en inglés) ha propuesto ampliar su ámbito de resolución y perfeccionar las estrategias de financiación para los bancos en crisis, pero aún tiene pendiente la unión bancaria.
Recomendaciones para la futura estabilidad
El informe destaca la necesidad de un enfoque holístico de la normativa que abarque los requisitos de capital, liquidez, contabilidad y transparencia. También es conveniente considerar la interacción entre diversas políticas monetarias, como la expansión cuantitativa (QE) y el endurecimiento cuantitativo (QT), debido a su impacto en la estabilidad financiera. Las recomendaciones incluyen:
- Normas prudenciales uniformes. Abordar el riesgo sistémico de manera coherente en todas las entidades, independientemente de su tamaño. Esto incluye los bancos más pequeños que, en conjunto pueden representar riesgos significativos.
- Adaptarse a la digitalización. Actualizar la regulación de la liquidez para adaptarse a los cambios provocados por la banca digital y las redes sociales. Estas plataformas han acelerado la velocidad a la que pueden producirse retiradas de efectivo y contagios, amplificando los riesgos.
- Tarifas adecuadas en los seguros de liquidez. Introducir primas basadas en el riesgo para el seguro de depósitos y la distribución previa de garantías para el apoyo del prestamista de última instancia puede ayudar a garantizar que el seguro de liquidez tenga un precio adecuado.
- Reforzar la intervención temprana y la planificación de la resolución de problemas. Mejorar los marcos de intervención y la planificación, enfocándose en las señales del mercado, puede ayudar a prevenir crisis. Además, la aplicación coherente de las normas mundiales es crucial para garantizar la uniformidad y la fiabilidad en todas las jurisdicciones.
+ INFO:
Cómo recuperar la confianza en el capitalismo
¿Qué podemos esperar de la economía mundial en la segunda mitad de 2024?
El nuevo orden financiero mundial tras la pandemia y la guerra