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Transformando la salud: cómo un investigador, una emprendedora y un inversor están marcando la diferencia
Con la salud como uno de los principales sectores de inversión, descubre cómo un investigador, una emprendedora y un inversor trabajan para crear soluciones innovadoras para los pacientes.
La salud es uno de los sectores preferidos para realizar nuevas inversiones, según el informe de 2024 del IESE sobre fondos internacionales, vehículos de inversión que permiten a los emprendedores captar capital privado y adquirir negocios prometedores.
También representó el 16% de las empresas emergentes de nueva generación en España y Portugal, según el último estudio de CaixaBank en colaboración con el IESE.
Además, en los últimos meses ha protagonizado iniciativas que aspiran a consolidarse como un punto de encuentro del sector, como el primer Health Startup Forum, organizado por la incubadora de la Universidad de Navarra junto con la Clínica Universidad de Navarra y el IESE, y la primera jornada Venture Capital in Healthcare, a cargo de la sección dedicada a la salud de la Asociación de Alumni del IESE.
A ello se suman los programas de Educación Ejecutiva del IESE, diseñados para directivos de entidades sanitarias o personal de laboratorios farmacéuticos.
Descubre a continuación las historias de tres personas que trabajan para marcar la diferencia en salud.
EL INVESTIGADOR: Gabriel Canel (en la imagen) es director del Servicio de Apoyo a la Investigación y de la Unidad Central de Ensayos Clínicos de la Clínica Universidad de Navarra.
Gabriel Canel: “El ecosistema biotecnológico ha experimentado una notable atomización”
La Clínica Universidad de Navarra (CUN) es uno de los hospitales de España especializado en la investigación en fases tempranas, sobre todo en ensayos de fase 1, que evalúan la seguridad de nuevos fármacos. “Estos ensayos son los más complejos, ya que requieren un seguimiento exhaustivo y una rigurosa recopilación de datos”, apunta Gabriel Canel, al frente del Servicio de Apoyo a la Investigación de la Clínica y de su Unidad Central de Ensayos Clínicos (UCEC), que en 2024 cumplió su décimo aniversario. “Ofrecemos apoyo a pequeñas empresas de biotecnología para que lleven a cabo sus ensayos clínicos”, afirma.
Esta actividad supone un cambio significativo respecto a hace dos décadas, cuando solo unos pocos grandes laboratorios acaparaban la mayoría de los ensayos clínicos. “El ecosistema biotecnológico ha experimentado una notable atomización. Ahora vemos una proliferación de pequeñas empresas biotecnológicas”, cuenta.
Más del 70% de los ensayos clínicos de la UCEC están enfocados en la lucha contra el cáncer, sobre todo en las siguientes áreas disruptivas:
- Protonterapia. Esta radioterapia menos invasiva y más precisa apunta al tumor en lugar de al tejido sano circundante. Solo está disponible en dos centros en España.
- Inmunooncología. Basada en estimular el sistema inmunitario para combatir el cáncer, es una de las áreas de mayor desarrollo desde hace una década.
- Células CAR-T. El receptor de antígeno quimérico (CAR, por sus siglas en inglés) es una proteína diseñada genéticamente para programar las células T, inmunes, de modo que reconozcan las células cancerígenas y las destruyan. Esta combinación de terapia celular y terapia génica por la que el propio paciente ataca el tumor ha demostrado ser especialmente eficaz contra determinados tipos de leucemias, linfomas y mielomas.
La CUN está a la vanguardia de la medicina personalizada, al incorporar análisis genéticos a sus pacientes en el diseño de sus ensayos. “Eso nos permite identificar mutaciones específicas y determinar qué pacientes son candidatos ideales para ciertos tratamientos”, indica Canel.
Además, busca aplicar la inteligencia artificial en la investigación oncológica. En este sentido, la UCEC colabora con plataformas internacionales para estructurar y estandarizar los datos clínicos con el fin de maximizar su utilidad en estudios retrospectivos.
La colaboración internacional también es clave, dado que “las pequeñas empresas biotecnológicas para las que desarrollamos ensayos en fases tempranas son frecuentemente adquiridas por grandes farmacéuticas para escalar sus proyectos”, señala Canel. Tal y como afirma el lema de la Clínica: “Juntos somos más fuertes”.
LA EMPRENDEDORA: Marina Rigau es CEO y cofundadora de MiMARK Diagnostics.
Marina Rigau: “Aún hoy existe una brecha en la salud de la mujer”
La detección temprana del cáncer, siempre esencial, cobra especial relevancia en el ámbito ginecológico. “Aún hoy existe una brecha en la salud de la mujer. Un ejemplo claro es el cáncer de endometrio, cuya mortalidad ha aumentado en las últimas décadas, a diferencia del promedio de otros tipos de cáncer”, alerta Marina Rigau.
Para abordar esta problemática, Rigau creó MiMARK Diagnostics como una spin-off del Instituto de Investigación del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona (VHIR), donde se doctoró en Biomedicina. Su misión es mejorar el diagnóstico ginecológico mediante test fiables y rápidos a través del fluido ginecológico, como paso previo a la biopsia de tejido. Esto permite diagnósticos precisos (99% de sensibilidad) de cáncer de endometrio en pacientes con sospecha (sangrado vaginal anormal), descartando rápidamente a quienes no tienen cáncer. La relevancia es enorme, teniendo en cuenta que, actualmente, solo el 10% de las mujeres posmenopáusicas con sangrado anormal realmente tienen este cáncer.
Para Rigau, las biopsias líquidas son el futuro. Antes dirigió un proyecto sobre detección temprana del cáncer de próstata con orina y formó parte del consejo directivo de Amadix, dedicada al diagnóstico molecular del cáncer con pruebas de sangre.
Transformar la investigación en productos disponibles lleva tiempo. Tras obtener resultados iniciales prometedores, MiMARK Diagnostics trabaja en estandarizar la toma y análisis de muestras de fluido para garantizar resultados fiables en distintos entornos.
“Es clave contar con un equipo multidisciplinar capaz de adaptarse a las fases del desarrollo y la comercialización”, señala Rigau. También destaca el valor de instituciones como el IESE, donde cursó el MBA, por ofrecer a startups experiencia y modelos consolidados que pueden adaptarse.
En 2023, MiMARK Diagnostics recibió 2,5 millones de euros del European Innovation Council (EIC) Accelerator, que subvenciona proyectos de tecnología disruptiva con alto potencial de impacto. “Eso nos situó en otra liga”, admite Rigau. Ese año cerró también su primera ronda de capital privado con 1,7 millones de euros.
El cáncer de endometrio es el cuarto más común y el sexto más mortal en mujeres. Por eso, disponer de una herramienta de diagnóstico menos invasiva y más rápida y económica podría tener un impacto transformador.
EL INVERSOR: Josep Lluís Sanfeliu (en la imagen) es cofundador y socio directivo de Asabys Partners y cofundador de Ysios Capital.
Josep Lluís Sanfeliu: “Debemos seguir imaginando soluciones científicas disruptivas”
Josep Lluís Sanfeliu ha dedicado su carrera a conectar necesidades médicas no cubiertas con soluciones excepcionales. Lo hizo primero en Ysios Capital y ahora en Asabys, la única firma de capital de riesgo de España y de las pocas en Europa que respalda proyectos híbridos disruptivos en biotecnología y tecnologías de la salud.
Hasta la fecha, la firma ha levantado dos fondos que suman 300 millones de euros en activos bajo gestión, destinados principalmente a oncología, enfermedades cardiovasculares y neurológicas y obesidad, entre otras patologías que “representan los mayores retos globales desde el punto de vista clínico y de mercado”, detalla Sanfeliu.
Las inversiones de Asabys abarcan desde la biología molecular y los productos farmacéuticos biotecnológicos hasta la tecnología digital médica, donde la IA está revolucionando el desarrollo de fármacos y tecnología sanitaria, la ingeniería de dispositivos y la innovación en materiales avanzados. “Esto refleja la tendencia de una mayor presencia de tecnologías profundas en las ciencias de la vida”, afirma.
Ejemplos de ello son proyectos como Ona Therapeutics, que desarrolla conjugados de fármacos con anticuerpos (ADCs) contra el cáncer; SpliceBio, dedicada a la terapia génica; Inbrain Neuroelectronics, que emplea grafeno e IA para desarrollar implantes cerebrales; o Medasense, que mide con IA el dolor que experimenta el cuerpo bajo anestesia en el quirófano.
Aunque algunas de esas tecnologías no lleguen al mercado, Sanfeliu destaca el valor de financiar a largo plazo la ciencia disruptiva, pues traspasa límites y genera oportunidades para mejorar la vida de los pacientes.
Anteriormente, Sanfeliu fue director de inversiones y desarrollo corporativo en la farmacéutica Almirall. Según cuenta, el GEMBA del IESE le dio la fuerza para emprender: “Salí cargado de confianza”. Luego arrancó Ysios Capital, donde lideró inversiones en tecnologías de salud durante una década antes de cofundar Asabys con Clara Campàs.
A tenor del aumento de fondos y startups en biotecnología y biomedicina, considera que el sector está llegando a un punto de consolidación y madurez, lo que le motiva a redoblar su compriso: “Debemos seguir imaginando soluciones científicas disruptivas con rigor clínico, perspectiva del paciente y alcance global”, concluye.
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