IESE Insight
Riesgo, rentabilidad esperada y un modelo "absurdo"
El profesor Pablo Fernández vuelve a criticar el modelo de valoración del precio de los activos financieros (CAPM). ¿Qué tiene de malo este modelo avalado por un premio Nobel e inmensamente popular?
En 2014, el profesor del IESE Pablo Fernández tildó de "absurdo" el modelo de valoración del precio de los activos financieros (CAPM) en un artículo que reaparece este año en el libro Economic Ideas You Should Forget.
¿Por qué deberíamos recelar del CAPM, un modelo avalado por un premio Nobel y utilizado por muchas de las empresas del Fortune 500 para calcular el coste de los fondos propios? Según Fernández, "el CAPM es un modelo absurdo porque (a) está basado en hipótesis sin sentido y (b) ninguna de sus predicciones responde a la realidad".
Como explica el profesor, el CAPM valora el precio de los activos con la pretensión de describir la relación entre el riesgo y la rentabilidad esperada. En resumen, establece que la rentabilidad esperada de un activo es igual a la tasa sin riesgo más la prima de riesgo del mercado ajustada con la beta del activo (que mide la volatilidad) para reflejar su riesgo en el mercado.
Pero los cálculos del CAPM se basan en la hipótesis de que todos los inversores tienen carteras y expectativas homogéneas, cuando no es así. Cada inversor tiene su propia cartera y expectativas. Es más, la volatilidad/beta no es el mejor indicador del "riesgo" porque también importan las quiebras y los cracs bursátiles.
Según Fernández, la utilización del CAPM nos hace caer en muchos errores a la hora de valorar posibles inversiones, empresas, el rendimiento de fondos y otros activos. En su lugar, él recomienda recurrir a un razonamiento sencillo y sentido común.
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"No se deje influir por el bombo de las carteras de valores".