IESE Insight
Brasil y China, las estrellas del último ranking de inversión
El índice de los países más atractivos para los inversores que elabora anualmente el IESE vuelve a mostrar como alumnos aventajados a las economías BRIC, sobre todo Brasil y China.
Brasil y China emergen como países muy atractivos para el capital riesgo. Así se desprende del Índice global del atractivo de los países para el capital riesgo y el capital privado de 2011, elaborado por el Centro Internacional de Investigación Financiera del IESE, en colaboración con Ernst & Young. Este ranking cubre en su nueva edición 80 países en lugar de los 66 anteriores, por lo que ofrece una panorámica más amplia del atractivo para los inversores de las economías emergentes latinoamericanas, africanas y asiáticas.
Además, el equipo de investigación —dirigido por Heinrich Liechtenstein, profesor del IESE; Alexander Groh, profesor de EMLYON Business School (Francia), y Karsten Lieser, jefa de proyecto en el Centro Internacional de Investigación Financiera del IESE— ha mejorado la estructura del índice para reflejar con mayor precisión las fuerzas motrices de los mercados de capital riesgo y capital privado.
Los cinco magníficos
El estudio muestra que Estados Unidos, Reino Unido y Canadá son, por este orden, los tres mercados más atractivos para los inversores, seguidos de Singapur y Suiza.
Estos cinco países reciben las mejores puntuaciones en los seis apartados que determinan el atractivo para el capital riesgo y el capital privado: actividad económica; profundidad del mercado de capitales; fiscalización; protección del inversor y gobierno corporativo; entorno humano y social, y cultura emprendedora y oportunidades de negocio.
Dos criterios en los que puntúan excepcionalmente bien —mercados de capitales y protección del inversor/gobierno corporativo— son también los más importantes para los inversores. Aseguran mercados de capitales más líquidos y eficientes, lo que a su vez facilita las operaciones y proporciona oportunidades de salida.
El auge de los BRIC
La cultura emprendedora y las oportunidades de negocio son fuerzas motrices igualmente interesantes. De ahí que no sorprenda que las economías BRIC —Brasil, Rusia, India y China— resulten este año aún más atractivas.
Los inversores se fijan cada vez más en estos países debido a su crecimiento económico, su potencial para equipararse a los más desarrollados, su transición a los mercados liberales y su riqueza de recursos naturales.
En concreto, China e India han exhibido una tasa de desarrollo asombrosa, tanto en sus estructuras económicas como en los mercados de capitales.
Aun así, los inversores todavía deben calibrar si las excepcionales oportunidades de crecimiento compensan los riesgos de una mayor exposición y la falta de protección al inversor, evidenciada por los casos de sobornos y corrupción.
Del mismo modo, Rusia y Brasil tendrán que mejorar mucho sus marcos socioeconómico e institucional si quieren ascender en el ranking.
Ojo con las revueltas árabes
A pesar de estas inquietudes, está claro que el sector del capital riesgo y el capital privado está viviendo un proceso de restructuración en el que las economías emergentes ganarán peso a largo plazo. Tres factores apuntan esta tendencia:
- Cuanto más grande, mejor. Los grandes mercados, como Brasil y China, brillarán cada vez más gracias a la combinación de una mayor actividad económica y la mejora de sus mercados de capitales y marco institucional.
- Los nuevos actores están mejorando su oferta. Han aparecido jugadores muy prometedores, como Indonesia, Vietnam, Marruecos, Kenia, Nigeria y algunas zonas de Oriente Próximo. La mayoría de estos países están mejorando su entorno de inversión institucional para atraer a los inversores. Sin embargo, como demuestran las recientes revueltas en Túnez y Baréin, muchos aún deben realizar profundas mejoras de su entorno humano y social. Después de todo, la ine
stabilidad política y social no propicia el flujo de capitales. - Nada es inamovible. Los cambios de rumbo pueden producirse bruscamente, como ilustra el caso de muchos países europeos tras la crisis financiera. Irlanda sufrió una desaceleración económica brutal debido al hundimiento de su sistema bancario y la dificultad para lograr crédito. Esta debacle ha quedado reflejada en la mala puntuación del país en el índice, en el que ha caído 10 puestos. Como era de esperar, España también ha bajado en la clasificación, pasando del 20º al 23º puesto. En el mundo del siglo XXI no se puede dar nada por sentado.
Una herramienta tremendamente valiosa
Dada la volatilidad de este mercado, una herramienta que refleje fielmente la realidad, la explique y la cuestione es más útil que nunca.
El equipo de investigación puso a prueba la capacidad de su índice para reflejar la realidad. Consultaron la mayor base de datos de transacciones de capital riesgo y capital privado, rentabilidad incluida, lo que les permitió calcular un promedio para cada uno de los países. Después compararon la rentabilidad en los países con el índice.
En conjunto, observaron una fuerte correlación entre la rentabilidad y el índice, lo que confirma que cuanto más atractivo es un país según el índice, mayor es la rentabilidad que debería reportar.
Como es natural, hubo excepciones. Algunos países poco atractivos presentaban una alta rentabilidad, un dato que subraya la necesidad de informarse más y conjeturar menos.
Los autores han informado de que seguirán actualizando el índice anualmente. Y también esperan cubrir más países siempre que haya datos disponibles (África, por ejemplo, sigue subrepresentada).
En cualquier caso, este índice resulta una herramienta tremendamente valiosa para medir las complejas tendencias y la evolución de unos sectores altamente volátiles.