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Por qué deberías practicar el liderazgo compasivo
La compasión presenta múltiples ventajas: reduce el estrés, fomenta estados de ánimo positivos y genera un ambiente de seguridad psicológica. Te explicamos cómo cultivarla en tu empresa para transformarte a ti mismo, a tus empleados y a la sociedad.
Piensa en todos los jefes que has tenido a lo largo de tu carrera. ¿Cuál es el que más te ha gustado? ¿Quién te ha causado más impresión? ¿Qué les hacía tan especiales?
Es probable que quienes más hayan transformado cómo te sientes contigo mismo ejercieran algún tipo de liderazgo compasivo. Como se suele decir, tal vez la gente olvide lo que has dicho o hecho, pero nunca olvidarán cómo les hiciste sentir.
El liderazgo compasivo ofrece muchos beneficios, no solo a los empleados --sus destinatarios finales--, sino también a la empresa en su conjunto, por no mencionar a los propios líderes que lo practican. Una de las grandes ventajas de la compasión es que se puede cultivar conscientemente. ¿Pero cómo? Haciendo un esfuerzo por mejorar tres dimensiones.
La primera implica trabajar nuestra capacidad de autocompasión, de ser amables con nosotros mismos. Solo así podemos hacer otro tanto con los demás, incluidos nuestros compañeros de equipo y empleados. Esa sería la segunda dimensión, que implica practicar la atención plena para ser consciente de las necesidades de los demás. Por último, extender este proceso a toda la organización y más allá, promoviendo una cultura de la compasión más amplia que reconozca nuestra humanidad compartida.