IESE Insight
Cómo los movimientos sociales impulsan las empresas emergentes renovables
Los movimientos sociales pueden ayudar a empresas emergentes con objetivos sociales a superar el lastre de la novedad, ganar legitimidad y normalizarse. Veamos cómo y cuándo.
Los movimientos sociales pueden desempeñar un papel clave a la hora de impulsar el cambio cuando los canales tradicionales resultan inadecuados. Desde la oficialización de la jornada laboral de ocho horas hasta la prohibición de los clorofluorocarbonos (responsables de la reducción de la capa de ozono) en los electrodomésticos, los movimientos sociales están detrás de cambios de políticas que han desafiado el statu quo y han transformado el mundo para mejor.
Tradicionalmente, se han definido como grupos de ciudadanos u organizaciones que emplean tácticas de confrontación para promover cambios sociales, como las protestas de Greenpace contra las petroleras o los escraches de PETA para acabar con la crueldad animal. Aunque estas tácticas han tenido éxito en algunos casos, suelen basarse en el principio de perturbar y desmantelar el statu quo en lugar de crear una nueva realidad, lo que puede limitar su capacidad para alumbrar un cambio duradero. A veces, son necesarios otros enfoques, más suaves y complementarios, para generar un nuevo orden en el que tengan cabida y prosperen organizaciones y mercados socialmente conscientes.
En mis investigaciones he comprobado que la relación entre los movimientos sociales y la empresa privada puede ser positiva y transformacional cuando fomenta el emprendimiento y ayuda a normalizar las industrias emergentes. Mi último estudio analiza cómo los movimientos sociales dedicados a crear ecosistemas en los que puedan florecer startups con objetivos sociales han contribuido al auge de las energías renovables, en concreto, la solar y la eólica. Aunque me he centrado en las renovables, algunos de esos principios son extrapolables a otras industrias.
El despegue
La necesidad de tomar medidas urgentes contra el cambio climático ha ido de la mano de la normalización de las energías renovables para suministrar electricidad sostenible con menos emisiones. Tras la invasión de Ucrania, apenas se cuestiona ya la conveniencia de invertir en energías verdes alternativas al petróleo y gas rusos. Pero no siempre ha sido así, como tampoco ha desaparecido la resistencia en ciertas etapas del ciclo de vida de la industria.
A lo largo de los años he estudiado cómo la energía solar y la eólica se han establecido en Estados Unidos, además del papel que han tenido los movimientos sociales en su desarrollo. Estos llenan vacíos y trabajan en armonía con los emprendedores allí donde algo importante está en juego y es preciso un cambio radical. Todo ello me ha llevado a extraer varias lecciones generalizables sobre dónde y cuándo estos movimientos pueden resultar más efectivos y qué pueden hacer tras su empuje inicial.
En un artículo sobre el efecto de los movimientos sociales en el emprendimiento, escrito junto con Theodore A. Khoury, de la Universidad Estatal de Portland, estudiamos el ecosistema de la industria solar en EE. UU. de 1996 a 2009, cuando numerosos actores entraron en el sector antes de que despegara definitivamente. Tras analizar cómo el tamaño de los movimientos sociales influía en la entrada de los emprendedores, confirmamos que cuanto más grandes eran los movimientos, más estimulaban el acceso de nuevos actores.
A diferencia de las organizaciones de base, las de los movimientos sociales comparten una causa común y se dedican a idear soluciones prácticas ante un problema o necesidad; en nuestro caso, una determinada tecnología de energías limpias. Un ejemplo es NextEnergy, en Michigan. Su misión declarada es “acelerar la seguridad energética, la competitividad económica y la responsabilidad ambiental mediante el crecimiento de las tecnologías, empresas e industrias energéticas avanzadas” y cuenta con antiguos emprendedores e inversores en renovables en su consejo de administración. En vez de poner en evidencia a los incumplidores para lograr un cambio, organiza concursos de tecnologías sostenibles para que las pequeñas empresas exhiban innovaciones prospectivas; diseña hojas de ruta para el desarrollo de productos y tecnologías de eficiencia energética y promueve programas educativos para soluciones de energía verde. En definitiva, busca fomentar la energía limpia y echar una mano a los emprendedores y proveedores de energías verdes en su región.
Movimientos sociales como este promueven los sectores prosociales y ayudan a los nuevos actores, al transformar el contexto en el que operan. A continuación, detallo en qué consiste su trabajo y en qué momentos impactan de forma más positiva en un sector.