IESE Insight
Marruecos: ¿la perla del Magreb?
Con una situación geoestratégica excepcional, Marruecos se ha afianzado como puente entre África y Europa ante la inestabilidad de muchos países del Magreb.
Marruecos es un destino a tener muy en cuenta tanto para los directivos como para las empresas que quieran crecer e internacionalizarse. Su situación geográfica, estabilidad política y liberalización económica lo convierten en un atractivo punto desde el que abordar tanto el mercado europeo como el africano.
Así lo pone de manifiesto el informe "Destino: Marruecos", del profesor del IESE José Ramón Pin, Pilar García Lombardía y Andreu Peiró, cuya elaboración ha sido posible gracias al patrocinio de ERES Relocation, empresa experta en internacionalización del talento.
El documento analiza la idiosincrasia de este país magrebí y señala los sectores que ofrecen un mayor potencial a la hora de valorarlo como destino de inversión o expatriación.
Un país todavía por descubrir
La situación geoestratégica es uno de los activos más importantes de Marruecos, que se ha convertido en un puente clave entre África y Europa. A ello se añade una estabilidad política de la que no gozan la mayoría de sus países vecinos, muchos de ellos afectados por la resaca de la primavera árabe.
El país ha consolidado las políticas de apertura mediante acuerdos de libre comercio con Estados Unidos y la Unión Europea. Al mismo tiempo pretende convertirse en puerta de entrada a los mercados africano y árabe para las empresas asiáticas.
Además, la privatización de empresas públicas y la apertura de la gestión de ciertos servicios al sector privado han propiciado la entrada de capital extranjero en diversos sectores como el tratamiento y distribución de agua, la gestión de residuos, la energía, las infraestructuras, la agroindustria, el turismo o el transporte público urbano.
El crecimiento estable y continuo a lo largo del último lustro se ha beneficiado del potencial exportador por la proximidad a Europa, un cierto nivel de desarrollo interno, un sistema financiero relativamente maduro y una mano de obra barata.
Sin embargo, algunos factores siguen lastrando su crecimiento, como la corrupción, la inseguridad jurídica, un elevado índice de pobreza y analfabetismo, una baja cualificación de la población activa, un sector público todavía sobredimensionado, una excesiva dependencia del sector agrícola y un peso importante de la economía informal, que perjudica a la hacienda pública.
Tierra de oportunidades
En cuanto al atractivo de las diferentes regiones, la de Sus-Masa-Draa (Agadir) es la que ofrece más facilidades a la hora de hacer negocios y donde más se respetan los contratos, mientras que la de Chauía-Uardiga (Setat) es la mejor valorada a la hora de abrir un negocio.
La apertura de la economía marroquí está propiciando importantes procesos de reconversión y reestructuración en diferentes sectores, lo cual supone una importante fuente de oportunidades.
- Energía. Las expectativas de crecimiento de demanda de energía rondan el 9% anual hasta 2020, por lo que existen diversos proyectos para desarrollar las renovables, sobre todo de energía solar, eólica y biomasa.
- Automoción. Las zonas francas del proyecto Tánger MED y sus ventajas fiscales convierten este sector en uno de los de mayor potencial a medio plazo.
- Infraestructuras y construcción. Está prevista la construcción o mejora de algunos puertos y aeropuertos, así como la modernización de la red viaria y de ferrocarriles. Especialmente atractiva resulta la línea de alta velocidad que unirá Tánger y Casablanca y el proyecto de conexión entre el Sur y el Norte y el Este y el Oeste.
- Offshoring. Marruecos quiere posicionarse como líder africano a la hora de acoger deslocalizaciones gracias a los bajos costes de la mano de obra. Los centros de atención al público (call centers), por ejemplo, son un área prioritaria para la Administración.
- Turismo. El reino alauí todavía carece de suficientes establecimientos hoteleros con calidad homologable a la de los europeos, lo que abre la puerta a los grupos extranjeros que quieran ocupar ese segmento de mercado.
- Agroalimentario y agroindustrial. Las autoridades marroquíes quieren incentivar la producción hortofrutícola, para lo cual prevén construir mil pequeñas presas hasta 2030. Además, promueven sociedades mixtas con inversores extranjeros en la industria pesquera y conservera.
- Gestión del agua. El ratio de recursos hídricos está por debajo del umbral de escasez marcado por la ONU. De ahí la urgencia por reforzar las redes de recuperación y tratamiento de aguas residuales.
- Textil y cuero. Representa algo más del 15% de la producción industrial y casi el 40% de las exportaciones marroquíes. Las grandes ventajas del país africano frente a sus rivales asiáticos son la proximidad a Europa y los acuerdos comerciales con Estados Unidos.
- Minería. Marruecos es el primer exportador del mundo de fosfatos y posee tres cuartas partes de las reservas mundiales.
Vivir y trabajar en Marruecos
En general, Marruecos es un país seguro y, aunque la sanidad pública tiene un nivel deficiente, la privada presenta un buen servicio. La legislación laboral se basa en los convenios y recomendaciones de la OIT, con una jornada de 44 horas semanales.
El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales debe autorizar la contratación de trabajadores internacionales, que pueden repatriar sueldos, emolumentos e indemnizaciones al abandonar el país.
Aunque las lenguas oficiales son el árabe clásico y el bereber, el francés es de uso corriente en el mundo empresarial, la Administración, los centros educativos y los periódicos. En las principales ciudades también hay liceos franceses y colegios e institutos españoles y americanos.
Es preferible evitar las gestiones empresariales durante el Ramadán, ya que el ritmo de actividad disminuye durante este mes tanto en la Administración como en el sector privado.