IESE Insight
El inversor de capital riesgo, un catalizador del crecimiento empresarial
Este tipo de inversor incide en la estrategia de crecimiento de la empresa para aumentar su valor accionarial en un plazo determinado.
Muchas empresas cambian su estrategia cuando obtienen resultados por debajo de su media histórica o de otras firmas del sector. Ocurre lo mismo en sentido inverso: si superan sus niveles de referencia, mantienen su rumbo estratégico. La participación de un inversor de capital riesgo en la organización cambia esta dinámica.
En general, el objetivo de un inversor de capital riesgo que adquiere una participación mayoritaria en empresas con gran potencial es venderlas por un valor más alto al de compra cinco años después. De ahí que tengan objetivos ambiciosos para los negocios de su cartera.
El profesor del IESE Jeroen Neckebrouck, junto con Veroniek Collewaert, Tom Vanacker, Dries Bourgois y Sophie Manigart, analizan los resultados de esta práctica en un artículo sobre el impacto de los inversores de capital riesgo en el crecimiento de las empresas que poseen en sus carteras.
Como inversores activos, los inversores de capital riesgo fomentan el crecimiento estratégico de empresas con planes de negocio establecidos. Su búsqueda del aumento del valor accionarial en un plazo determinado los lleva a marcar metas que rebasan las alcanzadas por la compañía o la media del sector. El rendimiento de sus fondos está vinculado a la creación de valor excepcional, por lo que es poco probable que se vuelvan complacientes en los buenos tiempos.
¿Cómo y cuándo los inversores de capital riesgo impulsan el crecimiento?
Los resultados de su portfolio, la suma que invierten y la experiencia de los miembros del consejo de administración que designan determinan el modo en que estos inversores impulsan el crecimiento: bien vía interna mediante inversiones de capital o bien vía externa a través de adquisiciones.
Según la investigación, cuando una empresa obtiene malos resultados, los inversores de capital riesgo que cuentan con participaciones significativas suelen fomentar las inversiones de capital y desaconsejar las adquisiciones. Esto se debe a que, por lo general, no consideran esta segunda fórmula como una solución viable para abordar grandes déficits de rendimiento. Así lo explica un inversor: “Si tu empresa enfrenta dificultades, lo último que quieres es añadir objetivos de fusiones y adquisiciones que sumen complejidad y estrés al equipo directivo”. De ahí que opten por buscar soluciones locales para restablecer el rendimiento y minimizar la incertidumbre.
Sin embargo, cuando los resultados empresariales superan las expectativas –o son ligeramente inferiores–, las adquisiciones pasan a ser la opción más atractiva, sobre todo cuando los inversores tienen una participación notable en la empresa. Aunque las adquisiciones suponen un coste y entrañan riesgos y dificultades, cuando el desempeño es positivo, pueden generar oportunidades tanto para mejorar la gestión como para desarrollar nuevas capacidades y conocimientos, aprovechar las economías de escala y de alcance e incluso explorar nuevos horizontes.
Un apunte adicional: los miembros de los consejos con más experiencia tienden a evitar las adquisiciones, algo un tanto contraintuitivo. Su inclinación puede atribuirse al temor de que cualquier riesgo innecesario merme su reputación. Además, cuando los inversores de capital riesgo poseen participaciones más pequeñas o designan a miembros del consejo menos experimentados, sus estrategias de gestión suelen ser menos proactivas.
En resumen, los inversores de capital riesgo tienen el potencial de transformar la trayectoria de una empresa en poco tiempo. La elección de una estrategia de crecimiento interno o externo dependerá de factores como el tamaño de la inversión, la experiencia de los miembros del consejo de administración de los fondos de capital riesgo y el desempeño de la empresa.
Sobre la investigación
Los análisis y resultados de Same owner, different impact: How responses to performance feedback differ across a private equity investor's portfolio firms se basan en datos longitudinales de 51 empresas de la cartera de un inversor de capital riesgo europeo de tamaño medio. Incluyen datos sobre objetivos específicos de rendimiento y estrategias de crecimiento para cada empresa.
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