IESE Insight
Hernández de Cos: "La economía está mejorando"
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, prevé que, en 2022, el país alcance el PIB previo a la pandemia. Respecto a Europa, no se prevé un inminente incremento de los tipos de interés.
La estrategia monetaria del Banco Central Europeo (BCE) aprobada en julio de 2021 se marca, entre otros objetivos, una inflación exacta del 2%. Hasta entonces, había bastado con que fuera inferior y cercana.
Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, presentó, durante una sesión del Alumni Learning Program (ALP) moderada por la profesora del IESE Núria Mas y titulada "Política monetaria ante los retos económicos en la zona del euro", la nueva estratégica monetaria del BCE, comentó sobre los tipos de interés y enumeró los retos de la economía del país.
Durante la primera década del euro, en un contexto de shocks sobre todo inflacionarios, era factible mantener la inflación en niveles próximos al 2%. Sin embargo, con la llegada de la crisis financiera global de 2008, se inició una fase caracterizada por shocks deflacionarios, con tipos de interés cercanos al límite inferior, siempre por debajo del objetivo.
En ese contexto, como el objetivo de inflación era susceptible de interpretarse como asimétrico "es decir, que la respuesta de la política monetaria era más contundente ante desviaciones de la inflación por encima que por debajo" y ello no favorecía el anclaje de las expectativas de inflación en niveles realmente cercanos al 2%, se estableció que sería necesario redefinir el objetivo para que fuera más claro. Así, se evitaría una interpretación mecánica de esa cifra como un mero techo para la inflación.
La nueva estrategia del BCE atiende a ese problema. Además, para mantener ese 2%, establece la necesidad de adoptar "medidas contundentes y persistentes" cuando sea necesario. "Eso también puede implicar un período transitorio en el que la inflación se sitúe moderadamente fuera del objetivo", puntualizó Hernández de Cos.
En cuanto a los tipos de interés, no hay motivos para alarmarse. Para llegar a modificarlos, la inflación debería sobrepasar el 2% mucho antes de lo esperado, con un pronóstico de mantenerse así a lo largo del tiempo, y la inflación subyacente tendría que haberse situado en esa meta. En referencia al artículo de Financial Times que decía que el BCE aumentaría los tipos en el 2023 "antes de lo esperado", Hernández de Cos insistió en que esas tres condiciones, que son indispensables, claramente no se cumplen en estos momentos: "Las circunstancias actuales no permiten anticipar que vaya a haber un aumento". En cualquier caso, señaló que el objetivo de inflación de BCE se trabaja a medio plazo, por lo que no hay que dejarse llevar por los indicios momentáneos.
Hernández de Cos reiteró que el BCE sigue totalmente comprometido con el programa de compras de emergencia pandémica (PEPP), y que la reciente decisión de reducir el tamaño de las compras no significa que se haya retirado: "Eso no tiene que ver en absoluto con el inicio de un proceso de reducción progresiva".
En cuanto al papel del BCE para con el medio ambiente, incluido en su plan de actuación primario, aseguró que ese propósito sirve al objetivo de estabilidad del BCE, pues los trastornos causados por el cambio climático y las políticas relacionadas bien podrían afectar a la estabilidad financiera.
Desafíos de la economía española
Para Hernández de Cos, la baja productividad y los altos niveles de deuda pública son un reto son los principales retos de España. "Yo creo que uno podría resumir, no sé si la totalidad, pero sí buena parte de las dificultades de la economía española, con dos variables: por una parte, la productividad, y por otra, el endeudamiento público", aseguró.
En su opinión, las causas de preocupación sobre el mercado laboral, como los niveles de desempleo obstinadamente altos y los puestos de trabajo de corta duración, están vinculadas al factor de la productividad. Para mejorarla, España necesita trabajar en su sistema educativo e invertir más en tecnología. "Hay que facilitar la creación, la expansión... y la desaparición de empresas, si es necesario", sentenció.
La deuda pública se ha incrementado con fuerza debido a la pandemia, y "coloca a nuestra economía en una situación muy vulnerable", añadió el gobernador del Banco de España. Eso es malo porque, entre otras cosas, cualquier cambio en la percepción del mercado dificulta la financiación y deja a España con poco espacio fiscal para afrontar crisis futuras. Subrayó que los pilares monetario y financiero deben comunicarse, "pues tienen consecuencias el uno sobre el otro. Por ejemplo, una política monetaria que fuera laxa podría suponer riesgos de estabilidad financiera".