IESE Insight
Más dinamismo laboral, pero menos bajas voluntarias
El dinamismo laboral alcanzó un nuevo máximo histórico en el primer trimestre de 2018, al situarse en el 23,5%. Ante la aparente ralentización de la mejoría económica, las empresas parecen reforzar su apuesta por medidas de flexibilización del empleo.
El indicador de dinamismo laboral Meta4 IDL se situó en el primer trimestre de 2018 en un 23,5%, con lo que alcanza un nuevo máximo histórico y mantiene su tendencia al alza iniciada a principios de 2011.
Esto significa que, durante el primer trimestre del año, prácticamente uno de cada cuatro empleados experimentó un cambio en su estado laboral ajeno a la creación o destrucción de puestos de trabajo.
Este índice, medido por Meta4 y analizado por el IESE, vuelve a reflejar un elevado y creciente dinamismo en el mercado de trabajo, que ha aumentado más de 19 puntos porcentuales entre principios de 2011 y comienzos de 2018.
El aumento de los cambios internos en las plantillas revela que, en esta fase de aparente ralentización de la mejora económica, las empresas están apostando con más fuerza por la implantación de diferentes formas de flexibilización del empleo.
Según el informe, el número total de nuevas contrataciones y bajas se ha estabilizado alrededor del 30% de los puestos de trabajo, de los cuales un 23,5% son consecuencia del dinamismo laboral, es decir, no están vinculados a la creación o destrucción de empleo.
Estos datos ponen de manifiesto que el motivo por el cual las empresas siguen contratando y prescindiendo de trabajadores no obedecería tanto a necesidades de ampliación o reducción, sino a la necesidad de renovación o cambio de sus plantillas, a menudo con contratos de corta duración. Adicionalmente, los datos sobre los tipos de contratos sugieren que los trabajadores temporales son menos estables que anteriormente.
Las bajas voluntarias, en retroceso
El Meta4 IDL indica que las bajas voluntarias, cuyo porcentaje había ido aumentando paulatinamente desde 2010, disminuyeron ligeramente durante los últimos seis meses analizados y no muestran señales de recuperación.
Este leve retroceso, que se ha producido tanto en empresas con una política de flexibilización de las plantillas como en compañías con un número reducido de contratos temporales, podría interpretarse como un enfriamiento del mercado de trabajo, que ofrece menos oportunidades de cambio a los trabajadores.
Según la profesora del IESE Marta Elvira, directora de la investigación, "las cifras globales se pueden interpretar como una reducción en las oportunidades de movilidad externa para los profesionales, quienes sin embargo encuentran nuevos encargos dentro de sus empresas". Y añade que "podríamos estar viendo el comienzo de la tan anunciada evolución en la estructura ocupacional", con la desaparición de ciertas labores que dejan paso a tareas más adaptadas a las necesidades económicas futuras.
Sobre la investigación
El índice Meta4 IDL analiza los movimientos en la fuerza laboral que no implican creación ni destrucción de puestos de trabajo.
Para ello, el índice mide el porcentaje de contratos que han experimentado algún cambio motivado exclusivamente por el reemplazo de personal. De este modo, el estudio incluye los movimientos derivados de jubilaciones, bajas (voluntarias o por decisión empresarial) y las modificaciones en el tipo de contrato (como la transición de uno te
mporal o por obra y servicio a indefinido y viceversa; por variación en las funciones o traslado entre departamentos, etc.).
El indicador está elaborado sobre una muestra que en este trimestre suma 335 empresas con unos 59.000 trabajadores.