IESE Insight
Las empresas no encuentran las competencias profesionales que necesitan
Un 72% de las grandes empresas tienen dificultades para cubrir los puestos de trabajo que ofrecen en España pese al elevado nivel de desempleo. Así lo pone de manifiesto un informe elaborado por María Luisa Blázquez, Roger Masclans y Jordi Canals.
Casi tres de cada cuatro empresas tienen problemas para cubrir los puestos de trabajo que ofrecen. Este es uno de los grandes hallazgos del informe "El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas", elaborado a partir de la opinión de 53 compañías representativas de la economía española.
Las dificultades que las empresas encuentran se refieren tanto a un nivel de conocimientos insuficiente en algunas materias como al nivel de capacidades y actitudes profesionales requerido.
En concreto, las empresas entrevistadas muestran una gran preocupación por el cambio de competencias profesionales que la automatización y la revolución digital están generando y la brecha de capacidades profesionales que resulta.
Así, un 72% de estas empresas considera que la revolución digital tiene un impacto alto o muy alto en el cambio de perfiles requeridos y un 56% de dichas empresas piensa que el impacto de la automatización es alto o muy alto.
Causas del cambio en los perfiles: nivel de impacto
Un sistema educativo de calidad y flexible
El sistema educativo es uno de los principales factores que explican el desempleo juvenil, como muestran los 32 puntos porcentuales de diferencia entre las tasas de ocupación en septiembre de 2018 de jóvenes con un nivel alto de estudios y de aquellos con un nivel bajo.
Se requiere un sistema educativo de calidad, flexible y capaz de responder a las necesidades cambiantes de las empresas, según el informe elaborado por María Luisa Blázquez, Roger Masclans y el profesor del IESE Jordi Canals.
Además, los autores advierten que la mejora de la calidad del sistema educativo es una responsabilidad de todos los ciudadanos, no solo de los centros educativos o del Gobierno. De hecho, según el informe, la mejora en capacidades y actitudes profesionales debe comenzar en el ámbito de la familia.
Una creciente brecha
Los autores señalan que las empresas están evolucionando hacia estructuras más planas y transversales, con modos de trabajar diferentes, que incorporan metodologías agile, trabajos por proyectos y métodos como design thinking. Y que estas tendencias requieren conocimientos y capacidades distintos, con mayor énfasis en el trabajo en equipo, la comunicación, el liderazgo, la negociación o el sentido emprendedor, así como unas actitudes profesionales y personales diferentes.
En este sentido, un 68% de las empresas encuestadas detectan una importante brecha de conocimientos en tecnología y digitalización por parte de los graduados universitarios y un 48% la aprecian en los graduados de formación profesional.
Además, las compañías consideran que la brecha en áreas como big data, marketing digital, inteligencia artificial o blockchain será aún mayor dentro de cinco años, lo que aumenta el reto de mejora del sistema educativo.
Pero las carencias no se circunscriben solo al terreno tecnológico. Un 56% de las empresas encuestadas no encuentran las capacidades de trabajo en equipo requeridas en titulados universitarios y un 48% las echan de menos en los de formación profesional. Y el porcentaje de las compañías que no encuentran las capacidades de comunicación requeridas en un grupo y otro es el mismo: un 52%.
Brecha en cuanto a capacidades: educación superior
La brecha detectada en el ámbito de las actitudes profesionales y personales es también considerable. Un 72% de las empresas encuestadas echa en falta el nivel de adaptabilidad y resiliencia necesario en las personas con formación universitaria y un 52% no lo encuentra entre los graduados de la formación profesional.
La formación profesional sigue sin despegar
España muestra un porcentaje de jóvenes con estudios de formación profesional del 24%, muy por debajo de la media de la UE (36%), según datos de la OCDE correspondientes a 2016.
Aunque el 67% de los puestos de trabajo actuales y el 57% de los ofrecidos en los últimos doce meses en las compañías consultadas están ocupados por personas con formación universitaria de grado superior, se observa un aumento de puestos cubiertos por profesionales de formación profesional, que suponen el 17% de los puestos de trabajo totales y el 21% de las contrataciones realizadas en los últimos doce meses. Sin embargo, las empresas siguen encontrando dificultades para contratar a jóvenes con formación profesional.
En este contexto, las compañías consideran que deben desempeñar un papel más activo en la definición de las competencias profesionales del futuro y en los contenidos de la formación.
El informe pone de manifiesto que las organizaciones requieren una formación más completa, holística y práctica, con énfasis en los conocimientos, las capacidades y las actitudes necesarias para los próximos años. Por ello, un 87% reclaman un papel más activo en la definición de esos conocimientos, capacidades y actitudes.
Valoración de posibles iniciativas
Un sistema más flexible y moderno
Las empresas consideran que el Gobierno debería flexibilizar y modernizar el sistema educativo para que las instituciones educativas puedan dar respuesta a las necesidades reales del mercado laboral.
Esto implicaría introducir mayor flexibilidad en el contenido y la adaptación de los programas y módulos, facilitar la colaboración de las empresas y fomentar la creación de nuevos grados.
Según el informe, las fórmulas mixtas de estudio-trabajo o prácticas hacia el final de un ciclo formativo o grado son el mejor antídoto para luchar contra el desempleo y la mejor ayuda para conseguir una trayectoria profesional satisfactoria.
Por ello, el Gobierno debería potenciar los contratos en prácticas, cuya regulación tiene que incluir algunos aspectos básicos de protección social, pero debe evitar costes y rigideces innecesarios.
Sobre la investigación
Para la elaboración del informe se ha contado con la participación de 53 compañías relevantes de la economía española, que en diciembre de 2017 daban empleo a cerca de medio millón de personas en España y a casi tres millones a nivel mundial.
El informe forma parte de la Education for Jobs Initiative, un proyecto multidisciplinar del IESE que pretende comprender la evolución de las competencias profesionales que las empresas requerirán en los próximos años.