IESE Insight
¿Qué economías volverán a crecer en 2021?
China es el primer país en recuperarse de la pandemia y podrá celebrar el fin de 2020 con un crecimiento del 1,8%. ¿Qué otras economías crecerán en 2021? ¿Cuáles deberán esperar a 2022 y más allá?
En 2019, se preveía una situación económica global feliz, sin precauciones ni mascarillas. El FMI proyectaba que el mundo crecería a una tasa saludable del 3,4%, nadie había oído hablar de la COVID-19 y las principales preocupaciones eran la ralentización en China --es decir, cuán leve sería--, si la mayor expansión de Estados Unidos registrada hasta el momento iba a terminar, y el impacto del Brexit --si sería duro, suave o nulo-- en el contexto de una tasa de crecimiento débil en la eurozona.
Figura 1. Previsión de crecimiento del PIB real del FMI para 2020 (octubre de 2019)
Fuente: Fondo Monetario Internacional (FMI)
Aun así, el mapa de pronóstico de la tasa de crecimiento del PIB está representado con una amalgama de colores. En negro encontramos Argentina, Venezuela, Libia y Sudán, las únicas cuatro economías principales que se preveía que iban a contraerse, como en la última década.
El mapa choca por una sola razón. El meridiano de referencia elegido es el 69 este. Cae en Pakistán, en algún lugar entre Dubái y Bangalore. Ese será el centro de gravedad económico mundial para 2022, según los cálculos de Danny Quah (London Business School).
Dado que la elección del meridiano de referencia tiene un tanto de arbitraria --y los buenos tiempos del Imperio Británico terminaron-- es deseable dibujar los mapas con el actual centro de gravedad económico justo en medio. Así se representa el hecho de que el foco, hasta ahora puesto en el Atlántico, se está desplazando, tal como le ocurrió al Imperio Británico. Al pensar en la economía global, toca poner a China en el centro.
Fue entonces cuando la COVID-19 llegó con la sutileza de una manada de búfalos. El contacto próximo y la movilidad se volvieron caros hasta lo prohibitivo, y la mayor parte de la economía mundial se bloqueó e impuso restricciones estrictas en este sentido. Los aviones dejaron de volar, muchas cadenas de suministro se interrumpieron, la mayoría de los modelos comerciales se vieron afectados y la economía mundial entró en crisis. El pronóstico del FMI se vio afectado como nunca antes y el mapa de crecimiento del mundo casi se volvió negro del todo.
Figura 2. Previsión de crecimiento del PIB real del FMI para 2020 (octubre de 2020)
Fuente: FMI
La figura 2 señala las tasas de crecimiento del PIB real para 2020 pronosticadas por el FMI en octubre de 2020. De los 192 países del mundo para los cuales el FMI reporta datos, se pronosticó que el PIB de 167 se contraería. En los 75 años de existencia del FMI, nunca antes había sucedido algo así. Por supuesto, las tasas a las que se previó que se contraería el PIB difieren ampliamente entre los países de esta muestra. Van desde el exiguo -0,3% de Uganda hasta el asombroso -67% de Libia. España, con una contracción prevista del PIB de -12,8, ocupa el puesto 178 de 194. La contracción por la COVID-19 de 2020 ha sido, por muchas razones, un verdadero récord.
Ahora bien, no hay que desesperarse. Atención al pronóstico de crecimiento para 2021 que hay trazado en la figura 3. Según el FMI, volverá con fuerza y el mapa del mundo volverá a iluminarse como un árbol de Navidad. Con la
llegada de las vacunas --crucemos los dedos--, el coste relativo de la movilidad y el contacto próximo caerán de manera sustancial. Se levantarán las restricciones y se prevé que la tasa de crecimiento de la economía mundial se dispare, en 2021, en 9,6 puntos porcentuales, de -4,4% a 5,2%. Además, los riesgos vaticinados se han calculado, en su mayoría, al alza, pues el pronóstico se publicó en octubre de 2020, antes de las noticias sobre las vacunas.
Figura 3: Previsión de crecimiento del PIB real del FMI para 2021 (octubre de 2020)
Fuente: FMI
La historia que cuentan estos tres mapas es que 2020 ha sido un año insólito para la economía del mundo. Tanto es así, que tiene muy poco sentido compararlo con 2019... o con cualquiera de los anteriores. El siglo XXI tendrá, al menos, tres subperíodos muy diferenciados: el pre-COVID-19, el de la COVID-19 y el pos-COVID-19. Será similar a lo que sucedió en el siglo XX con las dos guerras mundiales.
Las diferencias en los precios relativos y las condiciones económicas en estos tres subperíodos son tan grandes que tiene poco sentido confrontarlos o echar cálculos mediante datos de tasas de crecimiento que salten de uno a otro.
Si el pronóstico resulta correcto y tenemos un incremento en 2021, para la mayoría de las series de datos económicos el año 2020 será un caso aparte. Además, las tasas de crecimiento que cambian de signo y están enmarañadas son difíciles de entender. El repunte en las tasas de crecimiento que se produce después de una gran contracción debe ponerse en perspectiva.
La tabla siguiente ayuda a hacer este ejercicio. Utiliza una base de datos distinta y un pronóstico más reciente: el de crecimiento del PIB de diciembre de 2020 de la OCDE para 2020, 2021 y 2022.
Tabla 1. Pronóstico de crecimiento de la OCDE para 2020, 2021 y 2022 (diciembre de 2020)
Fuente: OECD
Las tres primeras columnas numéricas contienen los pronósticos de la tasa de crecimiento del PIB para estos años. En la cuarta, hay normalizados los niveles de PIB para 2019 para cada país o región. En las siguientes tres, las proyecciones de crecimiento se utilizan para calcular los niveles de PIB para 2020, 2021 y 2022.
Con fondo amarillo, se destacan las celdas que muestran niveles de PIB superiores a 100; es decir, las que representan economías cuyos PIB serán mayores que a finales de 2019 y se recuperarán de la contracción de la COVID-19. En 2020, China será la única región de la muestra que cumpla con este criterio. A pesar de ello, habrá crecido apenas un 1,8%; cuatro puntos porcentuales menos de lo que había pronosticado el FMI en octubre de 2019. Por aquel entonces, nadie hubiera imaginado una ralentización tan dura.
Para finales de 2021, la OCDE pronostica que el PIB chino será casi un 10% mayor que al término de 2019, y Corea del Sur y el PIB colectivo de los países del G20 también se habrán recuperado.
Para finales de 2022, la economía mundial volverá a sus máximos históricos, al igual que Estados Unidos, Australia, India, Rusia y Alemania. Los rezagados serán Argentina, Reino Unido y España.
Ahora bien, cabe tener en cuenta que las previsiones del FMI y la OCDE podrían estar equivocadas. Yogi Berra legó la siguiente cita, quizás apócrifa, pero bien conocida: "Es difícil hacer predicciones; en especial, sobre el futuro". Todavía es más complicado en estos tiempos turbulentos y extraños, de variaciones extremas que, quizás, estén llegando a su fin.
En caso de que las previsiones se hagan realidad, la Navidad de 2020 es el momento de empezar a pensar en la economía pos-COVID-19. Eso sí, sin perder el ánimo ni dejar de divertirse.