IESE Insight
100 ventanas a los entresijos de la crisis
¿Cuál es el origen de la crisis económica? ¿Qué se debe hacer para volver a la senda del crecimiento? Alfredo Pastor aborda todas estas cuestiones en su nuevo libro.
"La crisis no es un problema. La crisis no es más que parte de un proceso, un episodio de la transformación de la economía española en un algo capaz de proporcionar a sus participantes un trabajo gratificante y una remuneración satisfactoria", afirma el profesor del IESE Alfredo Pastor en el libro La hora del erizo. Economía en tiempos de crisis (Editorial Elba).
El titular de la Cátedra Banco de Sabadell de Economías Emergentes del IESE, que en 2011 obtuvo el Premio Godó de Periodismo, acerca la economía a un público amplio y no siempre especializado en la materia.
Y lo hace con una perspectiva muy amplia, en la que inevitablemente está presente la política: "La existencia de una misión común podría ser ese factor de unidad que el proyecto europeo necesita para salir adelante y que hemos buscado en vano hasta ahora".
El libro recoge más de 100 artículos periodísticos publicados entre 2001 y 2014 en distintos medios de comunicación (La Vanguardia, Ara, Expansión, El País y El Periódico de Catalunya).
A lo largo de casi 360 páginas, Pastor reflexiona sobre la crisis, la política económica española, el presente y el futuro de la eurozona, las relaciones de España con Cataluña y el papel del Estado en la economía de mercado, entre otras muchas cuestiones.
"La crisis va a ser larga"
Los artículos están ordenados de manera cronológica y destilan ironía, sentido común, realismo y un moderado optimismo sobre la mejora de la situación económica no exenta de grandes dosis de objetividad.
"Tiempo es precisamente lo que tenemos, porque esta crisis va a ser larga", sostiene el autor. Y en la misma línea apunta Xavier Vidal-Folch en el prólogo, cuando afirma que "el temporal de la crisis será aún largo y enojoso".
Aun así, Pastor rechaza las visiones catastrofistas y defiende con vehemencia el euro y el papel de la Unión Europea, pese a que reconoce la discutible política económica impulsada por los responsables políticos de la eurozona.
El profundo conocimiento de Alfredo Pastor sobre los mercados emergentes y, en concreto, sobre la economía china, también queda patente en este libro. No en vano, fue decano de la China Europe International Business School (CEIBS), en Shanghái, entre 2001 y 2004.
El gigante asiático es el protagonista de los artículos del apéndice, en los que el autor aborda los contrastes, desigualdades y desafíos a los que se enfrenta China, explica sus diferencias culturales con Occidente y, sobre todo, aboga por tender puentes que vayan más allá de los meros intereses comerciales.
Cuestiones polémicas
Con sensatez, argumentos sólidos y bien documentados, trufados de datos y de referencias históricas, Alfredo Pastor se adentra con paso firme por terrenos no exentos de polémica.
Sin olvidar su experiencia como secretario de Estado de Economía entre 1993 y 1995, reivindica el gasto público con mesura para "sostener la actividad en momentos de depresión de la demanda privada, evitando así que una recesión se convierta en una depresión".
También apuesta por una combinación de medidas de estímulo y consolidación fiscal, de austeridad y políticas expansivas, de oferta y de demanda, para recuperar la senda del crecimiento estable.
El autor ofrece su punto de vista sobre múltiples temas que afectan a la economía, desde la educación hasta el mercado laboral, pasando por las pensiones, las reformas, los rescates, la recuperación, la responsabilidad compartida de Norte y Sur, el papel de Alemania, la estrategia monetaria de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, la política industrial, la función de los bancos, la corrupción, la revolución tecnológica, el federalismo, la controversia catalana...
Pastor aborda estas cuestiones con ejemplos prácticos y cercanos, que ayudan a hacerse una idea de las consecuencias concretas que la economía tiene en la sociedad y en las personas.
La economía, según el autor, no debe ser una cuestión abstracta, teórica ni lejana. Ni tampoco puede dejar de lado los valores cívicos: "Muchos lamentamos vivir en un tiempo en que el bolsillo es mucho más importante que el espíritu", proclama en uno de los artículos.