IESE Insight
'Corporate venturing': un puente para los valles de la muerte en Europa
Europa es excelente a la hora de convertir el dinero en investigación, pero no es tan exitosa en el camino opuesto. Un informe muestra cómo reducir la distancia entre ambos procesos y dar alas a la innovación.
Europa tiene mucho de qué enorgullecerse cuando se trata de investigación académica gracias a universidades empresas e instituciones públicas. La Sociedad Max Planck alemana, el Centro Nacional para la Investigación Científica francés y la Universidad de Oxford británica son ejemplos de liderazgo mundial en cuanto a artículos publicados en revistas académicas y otros factores de mérito.
Sin embargo, Europa se queda corta cuando se trata de comercializar los hallazgos presentados en las revistas científicas. Se estima que casi el 95% de las patentes existentes en la región están inactivas. ¿Por qué? Entre otras razones, los inversores privados suelen ser reacios a participar en proyectos de investigación, ya que por lo general se caracterizan por un riesgo elevado, una inversión considerable y resultados a largo plazo.
Como consecuencia, los investigadores a menudo carecen de los recursos necesarios para identificar y validar el mercado adecuado para sus hallazgos. Es lo que algunos denominan el "valle de la muerte de Europa".
Si tenemos en cuenta que las patentes activas de Europa (el 5% restante) contribuyen a más del 40% del PIB de la región, según la Oficina Europea de Patentes, no es de extrañar que surja la inquietud por mejorar el proceso de comercialización de los hallazgos.
El auge del corporate venturing
Mientras tanto, la colaboración entre empresas establecidas y startups innovadoras, el llamado corporate venturing, está creciendo a gran velocidad en todo el mundo. Desde 2013, el número de inversiones corporativas anuales en startups se ha más que triplicado, al pasar de 980 a 3.232, mientras que el volumen de inversión se ha multiplicado por siete, de 19.000 millones a 134.000 millones de dólares.
Si tenemos en cuenta la escasez de recursos que sufren las startup científicas y el creciente interés de las corporaciones por aventurarse en nuevos negocios, ¿existe un terreno común donde puedan colaborar? ¿Cómo podrían apoyar este proceso los líderes europeos desde los ámbitos gubernamental, industrial y universitario?
Un informe elaborado por Josemaria Siota, Andrea Alunni, Paola Riveros-Chacón y Mark Wilson, en colaboración con Mattias Dinnetz y Mª Julia Prats, titulado Corporate Venturing: Insights for European Leaders in Government, University and Industry, ofrece tres estrategias para superar el "valle de la muerte de Europa" e impulsar la innovación:
1. Promover mecanismos de coinversión para proyectos en etapas tempranas (también conocidos como proyectos de prueba de concepto). Se trata de crear fondos de coinversión para apoyar la validación en el mercado de los nuevos hallazgos, aglutinar empresas e inversores interesados en startups científicas y potenciar los fondos filantrópicos (incluida la inversión de impacto social o medioambiental).
2. Adaptar los mecanismos de inversión existentes para la transferencia de tecnología. Es decir, adaptar el antiguo instrumento pyme de la Comisión Europea a las necesidades de las startups científicas; hacer un seguimiento de las corporaciones europeas que inviertan para que startups en sus fases más tempranas realicen pruebas de concepto, y testar políticas específicas a través de pequeños experimentos en regiones seleccionadas (sandboxes).
3. Reforzar todo lo relativo a la trans ferencia de tecnología en Europa. A ello contribuiría alinear los marcos regulatorios nacionales para simplificar la forma en que las startups ganan escala en todos los países; formar a los académicos para atraer el interés de la industria, y compartir las mejores prácticas entre las instituciones más (y menos) desarrolladas.
En resumen, el estudio proporciona una visión general del corporate venturing en términos de evolución histórica, principales modelos y características, así como tendencias actuales. Y además aborda su vinculación con la transferencia de tecnología.
Sobre la investigación
El informe se basa en una breve revisión de la literatura científica y entrevistas con expertos. Cuenta con el apoyo de la Comisión Europea (Joint Research Centre), IESE Business School (Centro de Emprendimiento e Innovación), la Universidad de Oxford y la Universidad de Perugia (Centro Interuniversitario di Ricerca sull'Inquinamento e sull'Ambiente, and the Scuola Superiore Territorio, Ambiente and Management), entre otras instituciones.