IESE Insight
Acuerdo y reformas: claves y buenas perspectivas económicas
En épocas de crisis, hay que aprender a superar las dificultades, saber negociar las medidas impopulares que han de tomarse y aplicarlas bien.
La caída del euro y el papel de la UE
El profesor Xavier Vives reclamó austeridad fiscal, fundamental para la supervivencia del euro, y, sobre todo, la actuación de organismos internacionales que regulen las actividades económicas de los países miembros de la Unión Europea. Vives se centró en un análisis de la situación en Grecia, que "entró al euro haciendo trampas contables", y con ello ha hecho evidente la vulnerabilidad de la moneda única.
El problema, desde la perspectiva de Vives, es que la zona euro no es un área monetaria óptima, debido a la falta de una política fiscal común y de un mercado laboral integrado. Durante la sesión analizó cuál es el futuro del euro en este contexto y los problemas de sostenibilidad de las finanzas públicas.
La situación en España
Antonio Argandoña se mostró optimista y enumeró los distintos puntos que se tienen que ir mejorando para salir de la crisis. "Hemos tocado fondo y la caída del PIB es muy fuerte", afirmó. La parte positiva es que la industria ya no caerá mucho más, y la caída de la construcción se moderará; a lo que añadió que "en principio podemos confiar en las exportaciones para salir de la crisis, pero hará falta reforzarse mucho para salir al exterior". Argandoña introdujo en la sesión el concepto de responsabilidad, que Alfredo Pastor desarrolló posteriormente.
La hora de las reformas
Alfredo Pastor aseguró que "el gasto público no tiene más margen y no nos podrá sacar de esta situación". A corto plazo tampoco lo podrán hacer las exportaciones, pero en opinión de Pastor, sí que lo harán las inversiones, de ahí la imperiosa necesidad de la reforma financiera.
Pastor explicó que, como ha demostrado la historia, las salidas de las crisis proceden de la inversión y no del tirón del consumo, y vio urgente una reforma del sistema financiero. Sin embargo, las reformas piden un compromiso de todas las partes, gobierno, patronal y sindicatos.
Y además, para conseguir mejores inversiones también serán necesarias las reformas del sistema público -para mejorar la productividad-, la fiscal, una reforma laboral bien explicada donde los empresarios puedan hablar a largo plazo, y una reducción de salarios. Pero mientras esta no se produce, "nos tenemos que poner todos de acuerdo y apretarnos el cinturón", concluyó Pastor.